La fiebre chikungunya es una enfermedad viral transmitida al ser humano por los mismos mosquitos que trasmiten el dengue. Se caracteriza por presentar fiebre alta y dolor articular.
Si bien en la mayoría de los casos los pacientes se mejoran en una semana, algunas personas pueden tener dolor en las articulaciones por más tiempo.
Esta infección se transmite a través de la picadura de mosquitos de las especies Aedes aegypti y Aedes albopictus que se infectan luego de haber picado a una persona que padece la enfermedad. También las mujeres embarazadas que se enferman en el período próximo al parto pueden transmitir la infección al bebé en el momento del nacimiento.
Los síntomas de fiebre chikungunya comienzan a manifestarse por lo general de 3 a 7 días después de la picadura de un mosquito infectado, y son: fiebre (mayor a 38º C), dolor intenso e inflamación en las articulaciones, a menudo en las manos y los pies. También puede aparecer dolor de cabeza, dolor muscular o sarpullido.
Si bien no existen medicamentos específicos para tratarla, sí se prescriben fármacos para reducir la fiebre y el dolor.
Ante la presencia de síntomas, no tome aspirinas u otros anti inflamatorios ni se automedique y concurra a un centro de Salud para recibir tratamiento y diagnóstico adecuados.
No existen vacunas o medicamentos que prevengan la infección por el virus chikungunya. Las medidas de prevención que se destinan a disminuir la proliferación de mosquitos, son las siguientes:
No, no se transmite de persona a persona, ni por vía oral, ni respiratoria o sexual. Tampoco a través de objetos. Sí pueden transmitir la infección las mujeres embarazadas que se enferman cerca del parto al recién nacido durante el mismo.
Si bien la mayoría de los pacientes con fiebre chikungunya se mejoran en una semana, el dolor articular puede persistir por más tiempo en algunos casos.
Las personas con mayor riesgo de tener formas graves de la enfermedad son los recién nacidos expuestos al virus durante el parto, las personas mayores de 65 años y aquellas con afecciones como presión arterial alta, diabetes o enfermedad cardiaca.