Ricardo Zielinski es el nuevo técnico de Independiente, luego de que esta tarde hayan llegado a un acuerdo con la dirigencia, por lo que mañana firmará su contrato hasta junio de 2024 y dirigirá su primera práctica.
A poco más de una semana de que se cayera su llegada al Rojo, Zielinski volvió a aparecer en el radar de la dirigencia como el principal apuntado a ser el nuevo entrenador. El Ruso, que viene de dirigir a Nacional de Uruguay, aceptó el ofrecimiento y estará al mando del equipo este domingo ante Racing de local.
Sin embargo, previamente firmará su contrato este viernes por la mañana, luego dirigirá el entrenamiento y a las 16 horas será presentado en el Libertadores de América. Su cuerpo técnico estará compuesto por Santiago Vergini, Alejandro Lembo, Alfonso Meoni, Fernando Risso y Damián Albil
.Antes de acordar con el Ruso, desde la dirigencia se pensó en la posibilidad de sumar a Pablo Repetto, quien se bajó de la negociación por la renuncia del presidente Fabián Doman, y a Omar De Felippe, que finalmente no llegó por una decisión de las autoridades del club.
Tanto los hinchas como los directivos esperan que la llegada del Ruso al club sirva para encarrilar un barco que en su última presentación volvió a encallar: perdió con Rosario Central en el Gigante de Arroyito y, por más que empató en el campo de juego, el VAR le invalidó el gol al uruguayo Martín Cauteruccio. El equipo está a dos puntos del descenso y Pedro Damián Monzón, DT interino hasta el miércoles, se encomendó a Dios para que le tendiera una mano. Así de complejo es el panorama.
El infierno se puso más rojo en las últimas semanas. Leandro Stillitano, el hombre que tenía consenso para hacerse cargo del plantel en la comisión directiva, apenas duró ocho fechas. Apenas un partido ganado (1-0 contra Talleres en el Mario Alberto Kempes, de Córdoba, en la primera fecha), cinco empatados y dos perdidos. Un aprovechamiento de apenas el 33% de los puntos. Tras el 2-2 contra Colón de Santa Fe, su ciclo concluyó y fue el tiempo de Monzón, que tampoco pudo asentarse ni conseguir la tranquilidad que aportan los buenos resultados. Apenas un triunfo con Ciudad de Bolívar por la Copa Argentina y sendas caídas con Estudiantes de La Plata y Central.
El vaivén emocional de Independiente hizo que Pablo Repetto, el entrenador uruguayo con el que se había hablado para reemplazar a Stillitano, no llegara. El charrúa, de buen paso por Independiente del Valle de Ecuador, vive en aquel país y consideró que “no era el momento adecuado para su desembarco”. Repetto comparte su último club con Zielinski, a quien le había ganado la pulseada con Doman todavía al frente de Independiente. Ambos vienen de dirigir a Nacional de Montevideo: el Ruso sucedió a su colega de la vecina orilla en el Bolso a fines del año pasado.
En paralelo, la crisis económica siguió su curso. Pese a que la gestión Doman se congratuló de haber bajado el déficit operativo y de haber conseguido sponsors para el club mientras aumenta la masa societaria, el nudo central está en los dislates anteriores. Es decir, los compromisos asumidos por la administración que encabezaba Hugo Moyano, y que fue denunciada por la actual comisión directiva. Son más de 20 millones de dólares. “El problema son las inhibiciones”, dicen en el club. Es que si no aparecen los billetes frescos, Independiente no podrá contratar refuerzos. Es decir, tendrá que arreglarse con los futbolistas que tienen. Si es que no quedan libres por falta de pago en algún momento.
La renuncia de Doman al sillón presidencial provocó la convocatoria espontánea de los hinchas en la sede de avenida Mitre. Atronó el hit: “Que se vayan todos...que no quede...ni uno solo”. Eran las voces de la decepción tras un mandato que se extendió por algo más de seis meses y que terminó por escrito. Hubo banderas: “Club pobre, dirigentes ricos. Que la paguen los culpables. Wilde no se toca”; “Respeten al club. Comisión directiva culpable”. Hubo, también, personas que, a cara tapada, impidieron el trabajo de los móviles de televisión, y se infiltraron en la manifestación pacífica. Entre las banderas había una que calificaba de “Grupo Champagne” a parte de la actual dirigencia. Se trata de un mote inventado por Pablo “Bebote” Álvarez, líder de una facción disidente de la barra.
Ahora, el camino institucional marca que Grindetti, vicepresidente primero, se quedará como máximo 90 días al frente del club. Tendrá que llamar a una Asamblea y ese órgano elegirá al nuevo presidente, que tendrá que ser un integrante de la comisión directiva actual. Doman nominó a Daniel Seoane (secretario general) para sucederlo: “No hay persona en el club más preparada para hacerse cargo”, dijo el periodista y ahora ex presidente de la institución. Mientras tanto, el arribo de Zielinski es la búsqueda de un símbolo de paz. La inminencia del clásico le da a su desembarco un toque épico. Ganar el domingo sería un espaldarazo sin igual. Para su ciclo, para los futbolistas, para los hinchas. Para todos; para Independiente.