Una constante de las últimas décadas en la Argentina ha sido el elevado precio de la ropa en comparación con el resto de los bienes: desde la salida de la convertibilidad, aumentó un 32% por encima de la inflación general, mientras que en el resto del mundo ocurrió exactamente lo contrario. Un estudio indagó en las raíces del asunto y llegó a cuatro causas que explican por qué la indumentaria argentina es de las más caras del planeta.
Un informe de la organización Fundar, elaborado en base al relevamiento de 390.000 precios de las 33 prendas de vestir más importantes de las 77 que se consumen en Argentina, mostró una notoria divergencia, a partir de 2002, entre la dinámica del precio de la ropa a nivel local y la tendencia global.
Según el trabajo una canasta de prendas cuesta casi un 40% más en comparación con el promedio de los países de la región. Pero no se trata solamente de una cuestión impositiva, como se tiende a pensar, sino que también hay una suma de factores que incluyen el proteccionismo del mercado, la constante inestabilidad cambiaria y macroeconómica local y una caída de la productividad.
Las cuatro causas que explican por qué la ropa argentina es de las más caras del mundo
El primer factor resaltado fue la barrera a la importación. "Argentina tenía aranceles a la ropa parecidos a la media mundial en los ‘90. Mientras en los 2000' bajaron en el mundo, acá subieron. Hoy el arancel promedio es 33% (de los más altos del mundo), y en el resto de los países es del 8,5%", detalló Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva en Fundar y uno de los autores del informe.
El segundo elemento mencionado fueron los tributos a las importaciones, como el Impuesto PAIS y la tasa estadística, así como otras políticas paraarancelarias que dificultaron la compra de productos desde el exterior.
En tercer lugar, se destacó el rol de la incertidumbre macroeconómica que, según la evidencia histórica, impacta más sobre el precio de los bienes que sobre los servicios.
Por último, el trabajo remarca la inestabilidad cambiaria, ya que cada vez que aumentó el tipo de cambio real o la brecha entre el dólar oficial y los paralelos, el valor de los bienes trepó por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC) general.
Por otra parte, el estudio de Fundar señaló también factores secundarios, atados a los cuatro principales. Entre ellos se encuentran los aumentos en los impuestos a la producción que, según la organización, pudieron ser trasladados a precios por la existencia de trabas a las importaciones, o el descenso en la productividad de la industria textil-indumentaria, derivado de la inestabilidad macro.
La ropa en Argentina "compra" el doble de bienes que en EEUU
Una de las consecuencias de esta serie de factores es que, a datos de abril de 2024, una canasta de ropa cueste un 35% más en Argentina que en la región, al tipo de cambio oficial, y un 16% más medida al dólar MEP. Teniendo en cuenta que desde entonces el oficial aumentó por debajo de la inflación, es esperable que ese 35% haya aumentado.
A raíz del incremento en el precio relativo de la indumentaria, Fundar remarcó también que hoy una prenda de vestir en Argentina compra un 94% más de bienes y servicios respecto de lo que adquiere una prenda en Estados Unidos. En otras palabras: una persona que decide ahorrarse el gasto en vestimenta en Argentina puede adquirir casi el doble de bienes y servicios que una persona que decide no comprar ropa en el país norteamericano.
Para tomar dimensión de la magnitud del número, en Brasil esa relación es del 48%, en México es del 36%, en Chile del 25% y en Uruguay del 14%. Esto explica por qué los argentinos consumen un 22% menos de ropa que el resto de los latinoamericanos, pese a que consumen un 40% más de bienes en términos generales.
Las excepciones a los altos precios de la ropa en Argentina
A pesar de la situación descrita en el informe, también se señalan algunos pocos segmentos en los cuales los precios son menores, como la ropa para niños, que es más barata que en otros países latinoamericanos, mientras que los tejidos de punto son solo un 14% más caros.
En ese sentido, el economista Gustavo Ludmer, otro de los autores del informe, destacó que 14 de las 33 prendas relevadas son más baratas fronteras adentro. "¿Qué tienen en común las prendas que acá están más baratas? En su gran mayoría son fabricadas con tejidos de punto. La industria textil-indumentaria argentina está más especializada en este tipo de productos, con lo cual su producción resulta más competitiva hoy", señaló.
En ese sentido, el especialista en el sector textil explicó que el hecho de que la canasta en su conjunto sea relativamente más costosa responde a que muchos productos con un fuerte peso en las canastas de consumo, como camperas de mujer, tienen efectivamente un elevado valor monetario.
"Argentina tiene nula (o muy poca) capacidad de fabricación local de algunos artículos. Y es allí, en general, donde se verifican los mayores sobreprecios y donde casi toda la demanda local es abastecida por importaciones, tanto por Aduana como por contrabando o valijas de turistas. Entonces surge la pregunta: ¿tiene sentido tener altos aranceles a la importación donde no hay producción local? ¿no conviene poner el foco de la política en los artículos competitivos?", expresó Ludmer.