La sensación es que los pesos cada vez alcanzan para menos y los datos lo confirman. Los salarios reales de los argentinos están al mismo nivel que en agosto de 2005. Es decir, la inflación se “comió” el progreso de casi 16 años si se los evalúa descontando el efecto de la variación de los precios. El dato surge de un análisis de la consultora SBS sobre la base de la información de Indec, que esta semana difundió el número de marzo.
Los salarios pierden contra la inflación hace 37 meses, según se difundió en marzo si se mide su progreso de manera interanual. Se los analiza de esta manera para evitar “ruidos” que podrían generar aumentos puntuales en un mes o bien de los salarios o de la inflación.
A nivel general, según datos oficiales, los salarios avanzaron un 5% en marzo, contra una inflación del 4,8% en el mismo mes. Pero, si se consideran las variaciones interanuales “los salarios reales cayeron un 6,9% contra marzo de 2020″, explica Juan Manuel Franco, economista en Grupo SBS. Añade que la caída fue aun peor en el sector privado registrado: 7,8% interanual.
“La dinámica de los salarios reales viene siendo negativa desde el primer trimestre de 2018″, indica el economista, y suma: “Hacia adelante, el equipo económico deberá procurar una mejora en los ingresos reales de modo tal de incrementar el consumo; para eso, deberá buscar apuntalar el crecimiento del PBI real de este año”.
¿Por qué es tan difícil recuperar poder adquisitivo en la Argentina? El economista Fernando Marull, de la consultora FMyA, tiene una respuesta simple: porque el país no crece hace 10 años. Una economía estancada -o, incluso, en retroceso durante algunos años- no puede darle un mejor sueldo a sus habitantes.
Marull suma un dato clave con respecto a los salarios: medidos en dólares -”que suele ser un buen predictor del humor económico de la clase media en las elecciones”, dice- llegaría al mes de los comicios en niveles de US$500, el menor en 15 años. “Esto no ayudaría a un buen desempeño electoral”, apunta, y agrega: “Esto surge de que las paritarias cierran en 35% y la brecha cambiaria se mantiene en niveles de 65%; por este motivo, el Gobierno busca que no se le dispare el dólar financiero”.
2021, ¿empata o pierde?
Con aumentos para este año que van desde el 29% hasta el 33%, e incluso al 39% en algunos casos excepcionales, y con cierta incomodidad en los gremios por la disparada de la inflación en marzo, las paritarias están más o menos alineadas con las expectativas del Gobierno: un aumento generalizado de precios del 29% y sueldos que ganen por tres o cuatro puntos, tal como se habló durante el verano en las reuniones por el acuerdo de precios y salarios.
El personal fuera de convenio tendrá un aumento del 44% -según la consultora Willis Towers Watson- o del 42% -según Mercer-. De esa manera, se acercan más a la proyección de inflación de las consultoras privadas, en torno al 46%.