En el inicio de la charla contó: "Estamos brindando informes hace tiempo con el fin de que en las políticas sanitarias se tenga en cuenta a la salud mental, en especial a partir la pandemia".
"Cuando fuimos estudiando el fenómeno durante el año 2020 vimos un aumento exponencial y a partir de ahí no hemos vuelto a los números prepandémicos", explicó.
Al ser consultado en que se basa el aumento de estos casos respondió que "la mayoría de los participantes destacan la preocupación por crisis económicas pero también por crisis familiares".
"Esto se refleja en las situaciones familiares de mayor conflictividad, incluso puede llegar a violencia verbal o física y esto hace que el panorama sea preocupante", agregó.
A su vez destacó que "vemos que en general los sectores más vulnerables tienen mayores indicadores de riesgos de problemas de salud mental".
Pero estos no son los únicos casos, ya que los estudios reflejan que las personas más jóvenes también están pasando por esta situación: "Cuando empezamos a estudiar toda la población argentina, durante el año de la pandemia esperábamos que los mayores tengan mayor nivel de estrés porque la enfermedad era más riesgosa para ellos, pero nos dio que lo sufrían más los mas jóvenes y esto tiene que ver con la inestabilidad laboral, con la dificultad de inserción".
En cuanto a los caminos que se toman para sentirse mejor mencionó que "depende de lo que hagamos con nuestros problemas emocionales se puede agravar o encaminar a una resolución, hay un porcentaje de gente que usa alcohol o sustancias para aliviarlo y ahí todo comienza a empeorar, en cambio otras personas usan recursos como la vida social, actividad física y conductas saludables que ayudan a que los problemas se vaya resolviendo y disminuyendo en su intensidad".
"Hay mucho para hacer a nivel de políticas, de promoción de la salud y de prevención de salud mental", aseguró.
Aunque informó que muchas veces el poder costear ciertos tratamientos es una gran limitación en nuestra población, teniendo en cuenta que las personas más vulnerables socialmente son las que más dificultades tienen.
Resultados del informe que revela el estado psicológico de la población argentina
El riesgo de trastorno mental de la población general es 8,7%, siendo este más alto en los participantes de menor edad. Los niveles de riesgo suicida son mayores en personas más jóvenes y con un estatus socioeconómico autopercibido menor.
El 48,64% de los participantes presentaron niveles de ansiedad entre moderada y severa y un 40,27% de niveles de depresión entre moderada y severa. A menor nivel socioeconómico y menor edad, mayor ansiedad y depresión, y mayor riesgo suicida.
El 26,07 % se encuentra en tratamiento psicológico. De los 3566 participantes que no están en tratamiento psicológico, el 55,32% percibe la necesidad de los mismos e informan no tener acceso.
El 60,46% de los participantes considera tener dificultades frecuentes y ocasionales para dormir. Solamente el 20,32% de los participantes informó no tener problemas al dormir.
El 51,14 % de los participantes considera que se encuentra atravesando una crisis. Solo 1009 participantes informaron el tipo de crisis que atraviesan. De ellos, el 45,09 % mencionó una crisis familiar, el 45 %, una crisis económica (ingresos bajos, deudas, etc.) y el 38,55 %, una crisis vital.
El 49,11 % toma medicación por un problema clínico (por ejemplo, hipertensión), el 24,90 %, para dormir, el 22,60 % para disminuir la ansiedad, el 16,52 % para mejorar su estado de ánimo, el 16,25 % para relajarse y el 7,80% para manejar sus “nervios”.