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Hábitos saludables en la niñez y la importancia del juego

La Dra. María Julia Verdura, pediatra y miembro de la FAC, habló en LV12 sobre la necesidad de incorporar rutinas saludables en los niños.

Con el objetivo de generar conciencia y propiciar métodos que ayuden a padres e hijos en la fundamentación de una vida saludable, desde la Federación Argentina de Cardiología (FAC) se remarca la importancia de que los niños disminuyan el sedentarismo y realicen actividad física. Según el Ministerio de Salud de la Nación, la obesidad infantil asciende al 41,1%.

En este marco LV12 se contactó con la Dra. María Julia Verdura, pediatra especialista en nutrición y miembro de Federación Argentina de Cardiología, destacó la importancia de incorporar rutinas saludables en los niños.

La salud se construye

Los estudios apuntan a que los hábitos alimenticios para toda la vida se forman desde una edad temprana y muchos problemas de la salud en adultos se pueden evitar comiendo sano desde pequeño.

"Es importante como padres, también como educadores y personas que acompañan al niño, saber que desde la infancia se consolidan los hábitos que se van a incorporar a lo largo de toda la vida, es por eso que inculcar desde pequeños el movimiento, la actividad física y una vida saludable es ideal para la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles principalmente", reveló.

"Las últimas encuestas, muestran que cuatro de cada diez niños de entre cinco y siete años tienen exceso de peso, a esto llamamos tanto sobre peso como obesidad, y si evaluamos las encuestas a nivel de los adultos seis de cada diez tienen exceso de peso, lo cual esto nos predispone a decir que es muy probable que los niños en general en su futuro también persistan con exceso de peso u obesidad sino hacemos alguna modificación ahora", añadió.

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El juego y su importancia en la vida del niño

Así, una de las primeras formas mediante la cual se puede incentivar a los niños es mediante el juego; esto les generará estar en movimiento y beneficiará su estado de salud. El movimiento es inherente a todo ser humano y en los niños es naturalmente más evidente. Gatear, caminar, bailar, saltar, correr, son todos sinónimos de jugar, una actividad recreativa realizada en forma libre y feliz.

"Entonces, ahora sería la oportunidad de empezar a fermentar una vida saludable a través de disminuir el sedentarismo que muchas veces está asociado al uso de las pantallas, a aumentar las actividades a través del juego en los niños. Tenemos que recordar que el juego es la mejor manera de aprender a movernos, así que hay que incentivarlos, llevarlos al parque, pueden empezar algún deporte o no, hacer alguna actividad en casa, y con eso ya estamos mejorando su salud futura", comentó la especialista.

En esta misma línea agregó "Los padres somos muy influencers de nuestros hijos, ellos miran mucho hacemos, si nosotros nos movemos, lo que estamos haciendo, si jugamos. Entonces el niño desde el primer año de vida tiene que tener un movimiento libre y a medida que va creciendo va aumentando la actividad, los chicos son activos por naturaleza, es muy difícil ver a un niño quieto, entonces tenemos que fomentarles el juego, incentivarlos a jugar a la pelota, a bailar, correr".

Entonces desde el año son alrededor de tres horas de movimiento libre, desde los cuatro son tres horas con una hora de actividad intensa, desde los cinco a los diecisiete años, que es la edad pediátrica en la cual hay exceso de peso, lo que se sugiere es al menos una hora de actividad física de moderada intensidad. Entonces desde el año son alrededor de tres horas de movimiento libre, desde los cuatro son tres horas con una hora de actividad intensa, desde los cinco a los diecisiete años, que es la edad pediátrica en la cual hay exceso de peso, lo que se sugiere es al menos una hora de actividad física de moderada intensidad.

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La alimentación, un asunto de familia

Que un niño tenga una buena alimentación permite que crezca y se desarrolle plenamente en todas sus etapas. Para que esto se pueda cumplir, los padres necesitan tener, en un principio, buenos hábitos, ya que todo eso lo transmitirán a sus hijos.

"Lo importante es que los cambios de hábitos se hagan en familia, hacer todo junto no es recomendable, durante la infancia hay que hacerlo con paciencia, acompañando al niño y justamente si queremos que el niño tenga hábitos saludables, el padre también tiene que tener hábitos saludables. En general uno de los pilares que tenemos es la comensalidad, es decir comer en familia, acompañarlos, que ellos puedan ver que papá y mamá o quienes formen parte de la familia comen, no hace falta que sea en todas las comidas, al menos una ya es un gran avance y es algo positivo para ese niño que está en formación, que está aprendiendo, porque a alimentarnos aprendemos día a día", destacó María Julia Verdura.

Al ser consultada sobre los beneficios de visitar al nutricionista en familia remarcó: "Es mucha más positivo, se benefician todos, nadie se tienta, todos saben más o menos que es lo que se sugiere, que se puede hacer y se van poniendo metas, porque en realidad no es que uno cuando vienen a la consulta le dice literalmente que es lo que tienen que hacer sino a través de lo que realizan, gustos, preferencias, saber las rutinas y demás justamos y hacemos paso a paso lo que es más ideal para esa familia y para poder incorporarlos a hábitos saludables".

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