Guillermo Aceñolaza, experto en sismología del Instituto Superior de Correlación Geológica (INSUGEO, CONICET-UNT), explicó en LV12, cuál es la realidad de Tucumán en relación con estos fenómenos y qué hace que un terremoto tenga consecuencias destructivas y mortales.
El 6 de febrero, a las 4:17, se sacudieron los cimientos de Siria y de Turquía con un sismo, ocurrido 34 km al sureste de la ciudad turca de Gaziantep, tuvo efectos devastadores, y la pesadilla no acaba: al día de hoy se registraron más de mil réplicas desde aquel primer terremoto, que alcanzó una magnitud 7,8 en la escala de Richter, y dejó como saldo decenas de miles de muertos.
A cientos de miles de kilómetros de allí, en el sur extremo del continente americano y al noroeste de Argentina, se encuentra la pequeña provincia de Tucumán. Pero, geológicamente hablando, las distancias se achican. Sucede que las fallas sísmicas afectan muy diferentes partes del planeta. De hecho, nuestra provincia está en una zona sísmica de nivel II, lo que implica que estadísticamente puede llegar a producirse un sismo de nivel 6 en la escala de Richter cada 100 años.
"Los conceptos hablan de la magnitud del evento pero la base de la terminología dice que la corteza se está moviendo y que tenemos un sector del manto terrestre que tiene una dinámica de movimiento lo que hace reaccionar todo lo que está por arriba", detalló Aceñolaza.
Turquía es una de las zonas sismológicas más complejas y activas del mundo: gran parte del país se asienta en la relativamente pequeña placa de Anatolia (también esta Siria sobre ella), que está delimitada al norte por la placa Euroasiática, y al sur y al este por las placas Africana y Árabe. El bloque de Anatolia tiene forma de cuña, y cuando las otras tres placas se desplazan y se acercan, lo comprimen; ello hace que salga disparado hacia el oeste, produciendo devastadores terremotos como el ocurrido recientemente.
¿Puede sufrir Tucumán terremotos como los registrados en Turquía y en Siria?
Argentina tiene placas que se contactan entre ellas. "Las más notorias son las de Nazca y Sudamericana, donde tiene mayor fuente de impacto y es para nosotros la que conforma el territorio y la morfología que caracteriza la geología".
"De vez en cuando nos encontramos con pequeños sismos en Tucumán y la gente que está en edificios lo siente con mayor fuerza. No tienen la magnitud que tiene el oeste, margen del mediterráneo pero si en Cuyo y en sierras subandinas, como Salta y Jujuy. Tucumán tiene mayor movilidad en la zona de El Cadillal, en Medina y La Ramada".
¿Estamos preparados para estos fenómenos?
El experto sostuvo que "las características técnicas evolucionan rápidamente y estamos mucho mejor preparados que cuando sucedieron los terremotos de San Juan y Mendoza. También hay una cuestión de educación y los protocolos son aplicados a través de Defensa Civil y tengamos en cuenta que el IMPRES (Instituto Nacional de Prevención Sísmica), que estudia y reglamente para lograr mayor seguridad y conocimiento en el territorio".
¿Se puede saber cuándo habrá un sismo?
Aceñolaza indicó que "hay un instrumental que mide la forma que se mueve la corteza y se puede conocer la carga de energía que tiene cierta región, pero "no se puede decir mañana a las 10.15 va a haber un sismo. En Tucumán, en el instituto INSUGEO, que depende de la UNT y el Conicet, tenemos un sismógrafo que forma parte de la red nacional y está conectado con el IMPRES y la Universidad de Arizona en Estados Unidos", concluyó.