Graciela Sosa, mamá de Fernando Báez Sosa accedió a la comunicación con LV12 para hablar sobre su hijo y permitirnos conocer un poco más sobre otro aspecto de su vida, dejando en segundo plano la situación de la causa judicial de los 8 detenidos en el Penal de Dolores y de los 2 acusados que se encuentran en libertad.
"La verdad que estamos muy tristes y cada vez que pasan los días sentimos mucho mas la ausencia de Fer, aunque sabemos que ya nunca volverá a estar entre nosotros, el dolor que sentimos no tenemos palabras para definirlo. Era nuestro único hijo, nuestro todo y lo que le hicieron no se merece nadie en esta vida", expresaba Graciela por la tristeza por su pérdida.
Un hecho que sin dudas modificó el ámbito del hogar, la rutina de la familia, el entorno afectivo, la madre de la víctima expresaba como transitan estos días entre el dolor y la fortaleza para continuar. "No se de dónde saco fuerzas, a veces me paso rezando y pidiendo a Dios para que me ayude y también a Fernando para que me de esas fuerzas. Hay días que amanezco sin ganas de seguir, pero debo ser fuerte porque mi hijo me necesita para que se haga justicia por él. Debo ser fuerte porque esto no debe quedar impune, que no haya nunca más otro caso como Fernando en esta vida".
"Me aferro mucho a Dios por que siento que Él me esta dando también la fuerza, voy a misa, rezo el rosario y hay días que no tengo ganas de levantarme de la cama, me pongo a llorar y después empiezo a rezar y me calmo un poco. es cosa de todos los días que hago esto".
Consultada al respecto si recibieron llamados o ayuda del gobierno, contención por parte de algún organismo oficial o fundación, manifestaba que "tenemos muchísima gente que nos manda su apoyo, no me puedo quejar. La gente es muy solidaria, me envían cartas, recibo flores, lo que me da esa energía es el apoyo de la gente".
"Confío en la justicia, espero que se haga justicia. Ese será el día que calme un poco este dolor. Yo ya no voy a recuperar a hijo, él era un chico bueno, decente, incapaz de hacer daño a nadie y me lo arrebataron de la nada porque él no hizo nada. Todos los días me pregunto por qué hicieron eso, nos destruyeron la vida, nos quedamos solos con mi marido. Yo estoy acompañada pero es distinto sin la compañía de un hijo y el no poder tenerlo más. Tenemos que ser fuertes para que se haga justicia por él".
En el análisis de los diferentes medios de comunicación, el centro de la atención está en la causa judicial sobre estas personas, y a pesar que sucedieron casos en otros boliches del país, poco se habla de Fernando, como era él. Graciela compartía una anécdota que "él tenia todas sus pertenencias en una cajita de zapatos y siempre me decía mami no toques eso son cosas mías. La verdad que nunca lo hice, hasta que paso esto y estuvimos con mi cuñada acomodando sus cosas y entre ello encontramos un papel que había anotado con metas para cumplir".
La nota, hallada entre sus pertenencias a pocos días del fallecimiento, representa una especie de "decálogo" de proyectos, metas, un modelo de vida que Fernando quería alcanzar en su vida:
- Participar del proyecto “Servir” (un plan solidario en el que se ayuda a reacondicionar escuelas públicas).
- Afianzar mi grupo de amigos y mantenerlo.
- Siempre ser como soy con todos.
- Mostrarme como soy.
- Madurar con mi decisión universitaria.
- Terminar el secundario como me hubiera gustado.
- Seguir con la carrera y que me vaya bien.
- Viajar.
- Aprender a concentrarme más.
- Ahorrar.
- Dejar el celular.
- Apagar la computadora y la tele.
- Estudiar.
- Viernes de caridad.
Luego de lo sucedido en Villa Gesell se observaron muchos hechos en las calles a la salida de boliches sobre violencia juvenil y se cuestiona el accionar de la justicia, también en relación al crimen de Fernando, su mamá indicaba "pienso que de una vez por todas debería haber justicia para ver si toman conciencia las personas de lo que está pasando en la sociedad". En relación a los antecedentes de los rugbiers acusados expresó que "es sabido por todos que esto que venían haciendo quedó siempre impune hasta que llegó a lo que a Fernando, podría haber sido cualquier otro chico, pero lo toco a mi hijo, que no les hizo nada. La justicia debería hacer que se cumpla realmente, que paguen lo que hicieron".
Por último Graciela reiteró su pedido y reclamo "que se haga justicia por mi hijo". Y recordó que "Fernando cumpliría el lunes 19 años, 19 años que le arrebataron la vida, era un chico lleno de ilusiones, con ganas de ser alguien, era muy caritativo y ayudaba a las personas".