La justicia de Perú reconoció por primera vez que el gobierno de Alberto Fujimori usó al menos un horno para quemar los restos de detenidos durante su campaña de persecución a los disidentes, en una época marcada por las violaciones a los derechos humanos.
Al emitir una nueva sentencia contra el entonces responsable de los servicios de inteligencia, Vladimiro Montesinos, los magistrados informaron que dos estudiantes universitarios y un profesor fueron detenidos y llevados en 1993 a una cárcel clandestina en los sótanos del cuartel general del ejército, donde fueron torturados y quemados en un horno que podía alcanzar una temperatura de 1.000 grados centígrados.
Montesinos, que acumula más de 30 sentencias por otros delitos, recibió su nueva condena de 22 años de cárcel por la desaparición forzada de los estudiantes de Economía Martín Roca y Kenneth Anzualdo y del profesor Justiniano Najarro.
Los magistrados Aldo Figueroa, Robinson Lozada y Liliana Plascencia indicaron además en su fallo que Montesinos aplicó una política de lucha contra la subversión que incluía interrogatorios ilegales de sospechosos.
"Es la primera oportunidad en la que una sentencia judicial peruana reconoce la existencia de un horno que se usó para cremar a los dos estudiantes y al profesor", dijo el miércoles a The Associated Press el abogado Carlos Rivera, activista por los derechos humanos del Instituto de Defensa Legal.
Agregó que "esto da cuenta de los niveles de perversidad con los que se actuó frente a personas con sospechas de pertenecer a Sendero Luminoso o del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y en este caso específico de los desaparecidos no existió ningún tipo de acreditación con esos grupos".
En una conferencia de prensa los familiares de los tres desaparecidos relataron sus padecimientos durante 23 años.
Marly Anzualdo, hermana de uno de los estudiantes, dijo que la sentencia "es muy importante... porque castiga a las cabezas, aquellas que ostentan el poder para manipular y aprovecharse de él".
Javier Roca, un anciano obrero textil y padre del otro universitario, aseveró que "Montesinos no tiene comparación y es una persona peor que Hitler".
Junto a Montesinos también fue sentenciado a 22 años de cárcel el exjefe del ejército Nicolás Hermoza. La condena fue dictada en una sala instalada en una cárcel militar de Lima que el propio Montesinos mandó a construir en la década de 1990 y en la que está preso desde 2001.
Alberto Fujimori, presidente entre 1990 y 2000, fue excluido del proceso porque cuando fue extraditado de Chile en 2007 la justicia de ese país no autorizó que sea juzgado en Lima por el delito de desaparición forzada debido a que ese tipo penal no existía en la legislación chilena, explicó Rivera.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos había dictado en 2009 una sentencia contra el Estado peruano por la desaparición de Anzualdo.
En 2004 una inspección judicial halló un fragmento óseo de un dedo de la mano derecha en los sótanos del cuartel del ejército, pero al momento no se ha podido establecer a quien perteneció.
En los tribunales se desarrolla otro juicio desde 2005 por la desaparición de otras 53 personas en un cuartel del ejército en la sureña región andina de Ayacucho, llamado Los Cabitos, donde los forenses han hallado evidencias de la existencia de un horno.
Al igual que Montesinos, el expresidente Fujimori también cumple desde 2009 una condena de 25 años de prisión por su autoría mediata en el asesinato de 25 peruanos por un escuadrón clandestino de militares que actuaron bajo su conocimiento.