Tras un receso cargado de movimientos en los planteles, el fútbol argentino retomó su actividad y los dos equipos llegaban con realidades dispares, pero con un objetivo común: tener un mejor rendimiento que el que mostraron en el Apertura.
Sin embargo, poco hicieron para romper la paridad y el nuevo campeonato abrió con la misma tónica que marca al fútbol argentino en los últimos años: más cuidado que ganas de vencer.
El Tiburón cerró la primera parte del año en la 13ª posición con solo 15 puntos, pero afronta este nuevo semestre con energías renovadas. El arribo del entrenador Mariano Charlier generó un cambio positivo en el equipo, que acumula tres partidos sin derrotas.
En el cierre del torneo anterior obtuvo dos triunfos y luego superó a Estudiantes por penales en Copa Argentina, lo que le permitió avanzar a octavos de final. No obstante, el equipo marplatense sufrió una baja sensible: Elías Torres, su principal carta de gol, será transferido a Racing y no estará disponible.
El Ferroviario, en tanto, finalizó el Apertura en la 11ª ubicación con 18 unidades, y su campaña en la Copa Libertadores dejó un sabor agridulce. El conjunto santiagueño sumó 11 puntos en su grupo, los mismos que Flamengo y Liga de Quito, pero quedó eliminado por diferencia de gol.
Central Córdoba, con dicha eliminación, se ganó el derecho de jugar en la Copa Sudamericana, donde en los 16vos. de final se medirá a Cerro Largo de Uruguay los martes 15 y 22 de julio, con cierre en Montevideo. El ganador jugará en octavos ante Lanús.
FUENTE: Ámbito