Los cines, teatros, salas de espectáculos y estadios quedaban cerrados desde este domingo, a pesar del claro descenso en la incidencia experimentado en este país a lo largo de las últimas semanas.
"La cultura me da alegría, me da esperanza, y ahora en estos tiempos desesperados incluso eso me lo quitan" se lamentaba Marles, una estudiante de cine. "Estoy muy triste y me molesta que esto siga pasando, por eso estoy aquí".
Michael de Kok, director artístico del Teatro Real de Flandes, también estuvo en una manifestación que según los organizadores contó con más de 10.000 asistentes, 5000 según las autoridades. Para Kok, "la cultura es algo muy importante, siempre ayuda. Es una actividad económica pero también la necesitamos para nuestra salud mental". El directivo insistía en que esta "es la única forma que tiene la gente de vivir experiencias, o de contar historias. Es de suma importancia que estemos abiertos en estos tiempos complicados y complejos".
Algunos centros como el Cine Vendôme o el Cine Palace de la capital ya han anunciado que no acatarán las nuevas normas y que permanecerán abiertos al público. Consideran que tras dos años adaptándose a las circunstancias con múltiples medidas como la instalación de medidores especiales de la calidad del aire, la venta de asientos separados o la reducción del aforo, han dejado probado que sí es posible disfrutar del arte sin riesgo claro de contagio.
La policía ya ha declarado que no tiene intención de realizar ningún control sistemático en aquellos cines que se han comprometido a incumplir las nuevas normas, asegurando que no cuentan con el tiempo necesario para ello.
Fuente: Euronews.