Al menos ocho personas murieron y otras 40 resultaron heridas en una serie de ataques violentos que sacudieron el suroeste de Colombia, según informaron las autoridades, se registraron al menos 19 atentados, incluidos tiroteos, coches bomba y ataques con drones, a lo que el gobierno calificó como "acciones terroristas".
En total, se reportaron siete atentados en el Valle del Cauca y doce en el Cauca. También hubo explosiones de coches bomba en Corinto y El Bordo, que dejaron una víctima fatal. En Cali, capital del Valle del Cauca, cinco personas murieron en diferentes hechos violentos, entre ellas, dos policías.
El Ministerio de Defensa y el Ejército colombiano atribuyeron los ataques a las disidencias de las FARC, específicamente a la estructura comandada por alias "Iván Mordisco", líder del Estado Mayor Central (EMC). Aunque los atentados no fueron directamente reivindicados, advirtieron a la población que evite acercarse a instalaciones militares y policiales.
Una posible conexión
La ola de violencia se produjo apenas tres días después del atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, del partido Centro Democrático, quien fue baleado por un menor de edad durante un acto de campaña en Bogotá. Uribe, de 39 años, recibió tres disparos, dos de ellos en la cabeza, y permanece en estado crítico pero estable en cuidados intensivos en la Fundación Santa Fe de Bogotá.
El presidente Gustavo Petro se refirió al atentado contra el senador y señaló una posible implicancia de una "mafia con asiento internacional", debido a la procedencia del arma del joven, cuyo rastreo arrojó Arizona, Texas, como punto de compra. “He solicitado la reunión de la cúpula militar y policial en Cali. Allí estaré”, escribió Petro en la red social X.