Mariano García Malbrán, presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Servicios Inmobiliarios, analizó en LV12 el efecto de la derogación de la ley.
La derogación de la Ley 27.551 tras el DNU 70/2023 generó un aumento del 300% en la oferta de propiedades para alquiler, pero también dejó a muchos inquilinos atrapados en contratos con incrementos de hasta el 292% anual, muy por encima de los valores actuales del mercado.
Según datos de Zonaprop, mientras los alquileres subieron un 105,3% interanual, los ajustes por el índice ICL alcanzaron el 238,6%.
Frente a esta situación, los inquilinos con contratos regidos por la normativa anterior enfrentan tres opciones principales:
1. Renegociar los términos del contrato
2. Rescindir y mudarse
3. Mantener el contrato vigente
"La realidad es que estamos hablando de contratos que en su mayoría están cerca de su finalización por lógica, pero sin embargo hay algunos que se firmaron durante el año pasado que todavía tienen renovaciones anuales, pero que los aumentos van hasta un 260%. Hoy un alquiler de un departamento que puede costar $300.000, pasa a $560.000. Entonces se hace ilógico y completamente antieconómico para el inquilino. Por eso debe reunirse con el propietario para decirle que es ilógico porque ese mismo alquiler después estará a $300.000", explicó en LV12, Mariano García Malbrán, presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Servicios Inmobiliarios.
A partir de ahí se negocia: "Rescindo o readecuemos nuestro contrato bajo parámetros actuales. Tienen que hacer números ambas partes", aconsejó.
En cuanto a la rescisión contractual, "va a tener dos costos porque primero va a tener que pagar un mes y medio de alquiler para poder rescindir y segundo van a tener que pagar honorarios y gastos de ingreso del nuevo alquiler. Entonces lo ideal para ambas partes es renegociar".
