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Habían pasado apenas cinco minutos desde que el auditorio central del CCK lo había aplaudido al inaugurar el Foro de Inversión y Negocios de la Argentina. Puntualmente, y con una indisimulable sonrisa, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, recibió a los principales diarios de circulación nacional. "Invité a [Muhtar] Kent [presidente global de The Coca-Cola Company] y a [Andrew] Liveris [presidente de Dow Chemical Company], los dos fanáticos de esta nueva etapa de la Argentina. Por supuesto, ellos esperan que haya coherencia y constancia en todo lo que venimos diciendo. Yo dije recién que esto no es producto de un gobierno, sino que hay una sociedad que maduró y que entendió que éste es el camino. Eso hace que la Argentina se transforme en un lugar más atractivo", avanzó Macri, ante la pregunta sobre cuál había sido el objeto de la bienvenida que les dio el mandatario en una comida inaugural en la Quinta de Olivos.
-¿Qué preocupaciones le plantearon los inversores por los números de la economía?
-Hay muchas cosas por resolver. Lo importante es que todos los días demos un paso en la dirección correcta. Estos años se ha hecho mucho daño, hay que tratar de hacer este cambio cultural en forma gradual.
-¿A quién debe seguir un inversor internacional en materia de política económica, ¿a Federico Sturzenegger o a Alfonso Prat-Gay?
-Usted planteó a la energía renovable como uno de los sectores que está empezando a despegar. ¿Cuáles serían los sectores que seguirían?
-Renovables va a ser un suceso, sin duda. La energía en general también lo va a ser. Confío en que vamos a ir avanzando en acuerdos productivos nacionales con todas las partes. Después el campo, que es el gran eje del país. Esto recién comienza.
-Usted recién habló de maduración en su discurso. ¿Ve un clima de maduración política que aliente la llegada de inversiones?
-Es oscilante en la dirigencia, pero no en la gente. La gente entiende que estamos en una etapa de esfuerzo, de mérito personal, de progreso. Todos estamos dentro del mismo co-lectivo. Yo siento que la mayoría de los argentinos lo hemos entendido. Los dirigentes oscilan. Aquellos que quieran tener el apoyo de los argentinos van a entender que los argentinos sienten que estamos para más.
-El índice de inflación de la ciudad de Buenos Aires plantea deflación en el último mes. ¿Es sustentable ese número?
-Les recuerdo, yo prometí en campaña que íbamos a salir del default y del cepo, y lo hicimos. Y dije que en el segundo semestre iba a caer la inflación, y lo hemos logrado. La inflación va a oscilar en torno al 1,5% hasta llegar en un par de años a un dígito anual. Tenemos que estar comprometidos a que eso se sostenga en el tiempo. La deflación es una circunstancia, porque, todos sabemos, las tarifas no aumentaron, pero van a volver a aumentar.
-Usted va a presentar en estos días su primer presupuesto, ¿qué características puede adelantar?
-La característica es que vamos a tener presupuesto, ¡eso es flor de característica! Todo tiene que sumar 100, no como el viejo truco de que todos piden y después da 180, eso no va. Los argentinos no pueden pagar más impuestos, pagan impuestos como casi ningún país del mundo con un Estado que les da muy pocas prestaciones a cambio, porque recién estamos poniendo el Estado en funcionamiento, estaba colapsado.
-El Banco Central este año aún tuvo un rol importante en materia de asistencia al Tesoro. ¿Se mantiene en el Presupuesto?
-Un poco menos.
-¿Puede ser una señal para los inversores que Aranguren se desprenda de sus acciones en Shell?
-No, para los inversores no. El ministro ya lo ha hecho, se desprendió de las acciones? les doy una primicia, lo ha hecho para que quede absolutamente claro que lo único que lo mueve es ayudar al país.
-¿Se lo pidió usted?
-No, lo hizo él por propia decisión. Entiendo que ahora extrememos las formas, soy el primero en dar el ejemplo, porque creo que la Argentina viene de una época donde la co-rrupción y la mentira dominaban el escenario.
-En materia de señales, hay dirigentes trajinando la Justicia, como el caso de Cristina Kirchner, o su caso, que fue denunciado por los Panamá Papers. ¿Eso tiene algún tipo de impacto en los inversores?
-Todo se mira, pero todo el mundo tiene acceso a la información. Claramente, eso permite que se sepa quién es quién. En el G-20 todos tenían muy claro quién es el presidente de la Argentina.
-En el programa del foro no hay ningún sindicalista, ¿le preocupa un endurecimiento del sindicalismo que pueda ahuyentar inversiones?
-Yo he dialogado y dialogo con la mayoría de ellos, creo en la prudencia y el sentido común de ellos.
-¿Qué previsión de crecimiento tiene el presupuesto?
-Entre 3 y 3,5 por ciento.
-¿Qué estimación hacen del tipo de cambio?
-Yo diría que tenemos que ir flotando. Va a tener mucho que ver con el nivel de inversión que haya en la Argentina, las importaciones, especialmente bienes de capital. Queda claro que yo quiero un tipo de cambio equilibrado, porque el desarrollo de las economías regionales va a a dar más trabajo a los argentinos.
-¿Le preocupa la situación del empleo?
-Por suerte, los primeros números de este mes empiezan a dar que se revirtió la caída. Lejos estamos de esos postulados oportunistas de ola de desempleo. La Argentina está en recesión hace un año, producto de todas las cosas que no se hicieron o se hicieron mal, especialmente en los últimos cinco años. Lo bueno es que se empiecen a ver índices del fin de la recesión. Esto es todos los días, despacio, en la dirección correcta. No hay duda de que la Argentina va por el camino correcto.
G.I