Manzur: "Los organismos del Estado trabajan en pos de un futuro mejor para los niños"

El gobernador visitó ayer el Instituto de menores Eva Perón, donde se desarrollan tareas de cuidado y contención de la infancia a chicos en situación de vulnerabilidad. El espacio aloja a 22 varones de 6 a 12 años que por disposición judicial deben ser separados de su núcleo familiar temporariamente.

El gobernador Juan Manzur visitó el Instituto de menores Eva Perón, donde se desarrollan tareas de cuidado y contención de la infancia a chicos en situación de vulnerabilidad. El espacio aloja a 22 varones de 6 a 12 años que por disposición judicial deben ser separados de su núcleo familiar temporariamente.

El personal que trabaja en la casona –una construcción refaccionada que data del año 1950 y fue creada por la Fundación Evita–  lleva a cabo la crianza de los niños en contexto de institucionalización, procurando que el crecimiento y desarrollo de los menores guarde la mayor similitud con la de los niños que se crían en sus propios hogares.

Durante la recorrida, el primer mandatario provincial explicó que “el rol fundamental que cumplen los hogares al dar contención, atención sanitaria, educativa y vinculación social a niños que tienen situaciones familiares complejas”.

El gobernador destacó además que el trabajo intersectorial que realiza la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia – dependiente del Ministerio de Desarrollo Social – y las áreas de Salud y Educación “aportan su visión para el correcto desarrollo de los niños institucionalizados”.

Manzur estuvo acompañado por los ministros de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin y de Salud Rossana Chahla. El jefe del Poder Ejecutivo afirmó que en el Estado no hay compartimentos estancos. “Todos los organismos trabajan en pos de un futuro mejor para los niños porque esa es nuestra política de Estado”, enfatizó .

El cambio de paradigma, a partir de la nueva Ley Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes 26.061 del 2005, busca fortalecer el rol de la familia y consigna que ‘la falta de recursos materiales de los padres, de la familia, de los representantes legales o responsables de los menores sea circunstancial, transitoria o permanente, no autoriza la separación de su familia nuclear, ampliada o con quienes mantenga lazos afectivos, ni su institucionalización’.

Las situaciones que motivan la intervención del Estado en la tutela de los menores, para su posterior traslado a un hogar, pueden ser violencia, abandono, abuso o situación de calle. En este marco, los albergues garantizan los derechos de los niños y promueven la reconstrucción y refuerzo de los lazos familiares.

“La nueva visión sobre la infancia ayudará a disminuir la cantidad de niños alojados en este tipo de institutos”, afirmó el gobernador.

Por su parte, el ministro de Desarrollo Social sostuvo que el Gobierno no solo trabaja en el ámbito interno de los dispositivos de cuidado de menores, sino también hacia afuera en lo que hace el seguimiento y contención de la familia para su fortalecimiento. “El trabajo continúa en forma integral cuando el niño egresa de un hogar, y vuelve a su familia, brindando asistencia y seguimiento con asistentes sociales”.

En la provincia son nueve los hogares, incluido el Eva Perón (Goretti, Casa Cuna, Santa Rita, Instituto Roca, San Benito, Belgrano, Hermana Adoratrices y Santa Micaela)  que realizan actividades similares. En ellos están alojados aproximadamente 130 niños, niñas y adolescentes por grupos etarios.

Las políticas públicas del Gobierno provincial  han  trazado líneas de trabajo para propiciar la reintegración de las familias, sustentadas en lo denominado como ‘el principio del interés superior del niño’. Este postulado, parte de la Ley, comprende la máxima satisfacción integral y simultánea de los derechos y garantías del menor como sujeto de derecho, tal lo explicita la normativa.

Bajo esta premisa, una de las acciones que implementó la dirección de Niñez, Adolescencia y Familia, desde hace seis años, es la no desvinculación de vínculos.

“Encuentro de hermanos”, es una posibilidad que tienen los niños y adolescentes  institucionalizados para fortalecer los lazos afectivos con sus hermanos de sangre que se encuentran en otros dispositivos, ya sea por género u edad.

Todos los viernes de cada mes, los chicos tienen la oportunidad de reunirse y juntos participar de actividades que afianzan sus vínculos familiares. Las que, también, contribuyen para su desarrollo emocional.

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