En la madrugada del lunes el enfermero del papa, Massimiliano Strappetti, le avisó a Alfieri que Francisco había sufrido un derrame cerebral y que debía ser trasladado al hospital. El médico dijo en declaraciones al diario italiano, Corriere della Sera, que llegó 20 minutos después del aviso.
Según el médico era demasiado arriesgado trasladar nuevamente al papa al hospital donde había estado internado por una infección respiratoria compleja. Alfieri dijo: “Corríamos el riesgo de que muriera en el traslado, la hospitalización habría sido inútil. Strappetti sabía que el papa quería morir en casa, siempre lo decía cuando estábamos en el Gemelli”.
El médico de Francisco explicó que el cardenal, Pietro Parolin, llegó y rezó el rosario sobre el cuerpo del papa, acompañado por el personal de la casa pontificia. Alfieri agregó: “Le di una caricia, como despedida”.
El médico del papa aclaró que su paciente “nunca se expuso al peligro”: “Es como si, acercándose al final, hubiera decidido hacer lo que tuviera que hacer. Como pasó en el Domingo de Resurrección, cuando aceptó la propuesta de Strappetti de dar la vuelta a la plaza San Pedro entre la multitud”.
FUENTE: TN