"Una herida abierta en nuestra humanidad", así se refiere el papa Francisco sobre los recientes naufragios en el Mediterráneo, refiriéndose a la crisis migratoria en la región. Durante el rezo del Ángelus del domingo, el pontífice pidió a los políticos que "curen" esta herida, "con espíritu de solidaridad y fraternidad".
Lo mismo pide el alcalde de Lampedusa, Filippo Mannino. El flujo de migrantes no se detiene en esta isla italiana. Solo el sábado el barco humanitario Ocean Viking rescató a más de 600 migrantes, el mayor rescate hasta la fecha de esta embarcación.
"Estamos en el centro del Mediterráneo y no podemos apartar la mirada si hay gente pidiendo ayuda y rescate. Es lógico que no se pueda dejar sola a Lampedusa. Realmente necesitaríamos una fuerza europea, una intervención europea de rescate en el mar", apunta Mannino.
Al mismo tiempo, la Europol hace todo lo posible por frenar el negocio ilegal de trata de personas, responsables de estimular los flujos migratorios. En España, una operación policial conjunta concluyó con la detención de 19 integrantes de una organización criminal presuntamente dedicada al tráfico de migrantes sirios en España, Alemania y Noruega.
SEGUIR LEYENDO: La película Barbie fue prohibida en Líbano y Kuwait