"Cuando se realizan ejercicios sobre una superficie inestable, el trabajo es más intenso y exigente porque siempre se está corrigiendo y estabilizando la posición y así se activan un mayor número de músculos", explicó a BBC Mundo Francisco Sánchez Diego, director del centro femenino Vivafit de Santander, España.
Si bien hoy estas pelotas son populares en los gimnasios para ganar tono muscular y flexibilidad, su uso se originó en la rehabilitación.
Más tarde se descubrió que sentarse sobre una gym ball exigía a la persona que mantuviese una postura erguida para no caer.
Es frecuente que estas pelotas sean empleadas por mujeres embarazadas porque, al sentarse sobre ellas, las futuras madres “están haciendo ejercicios de apertura de caderas, lo que ayuda a que sus pelvis se abran y eso estimula que el feto se coloque mejor", explicó Sánchez Diego.
Por otra parte, ayudan a agregar intensidad al ejercicio. "Le da un toque de exigencia mayor al ser una superficie inestable, porque al mismo tiempo que la persona está realizando el ejercicio también está obligada a estabilizar su cuerpo para mantener el equilibrio", concluyó.