Explicó que, entre las 22:00 y 23:00 horas, el imputado ingresó a la vivienda aprovechando que en ese momento no había nadie. Lo hizo por una ventana del fondo, sacándole las bisagras y rompiéndola. Una vez adentro, se apropió de un espejo grande, prendas de vestir y una garrafa de 10 kilos, retirándose del lugar con los elementos.
Luego, esa medianoche, cuando la víctima regresó a su casa tras ser alertada por una prima sobre lo que estaba ocurriendo, su hijo se hizo presente nuevamente en el domicilio y mediante amenazas le exigió que lo deje entrar. La señora llamó al sistema de emergencia 911 y, cuando llegaron los efectivos, el acusado huyó. A la mañana siguiente, la mujer se levantó, abrió la puerta del fondo y encontró a su hijo durmiendo en una silla. Nuevamente llamó a la Policía y el personal, cuando arribó a la casa, lo aprehendió y trasladó a la comisaría.
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Prisión preventiva para un joven que entró a robar en la casa de su propia madre.
“En peligro la seguridad de su familia”
La Fiscalía le endilgó al imputado ser presunto autor del delito de robo agravado por efracción y requirió que se ordene la prisión preventiva por 45 días, a los fines de resguardar el proceso. “Acá lo más importante es el daño psicológico de la víctima, que ya viene poniendo innumerables denuncias y al día de hoy no pudo obtener una solución a esta situación de amedrentamiento que está sufriendo”, expresó Moeykens.
Asimismo, el investigador consideró: “Entendemos cuál es el padecer que está viviendo la señora, sabemos que no ha sido fácil para ella este tránsito de tener que realizar estas múltiples denuncias, pero esta situación puso en peligro la seguridad de su familia. Entendemos que la respuesta jurídica debe ser suficiente para poder cautelar y no vivir esto de nuevo”.
Finalmente, en su resolución, el juez hizo lugar parcialmente al pedido del MPF y otorgó la preventiva, pero por el plazo de 20 días, disponiendo el alojamiento del acusado en el servicio penitenciario.