Entre 2024 y 2025, la producción de yerba mate alcanzó cifras históricas, con 986,7 millones de kilogramos procesados, la mayor cosecha en los últimos cinco años. Sin embargo, este crecimiento en la producción no se refleja en el consumo interno, que cayó un 9,3% interanualmente en 2024, alcanzando su nivel más bajo en los últimos ocho años. Esta caída en el consumo se debe, en gran parte, a la sensible pérdida de poder adquisitivo de los consumidores.
Mientras tanto, las exportaciones crecieron un 11% en comparación con el promedio de los últimos cinco años, con Siria como principal destino de la yerba mate argentina, concentrando el 70% de las exportaciones. A pesar de este incremento, las importaciones de yerba mate de Paraguay y Brasil aumentaron un 80,1% en 2024, lo que impactó negativamente en los productores locales.
El informe también destaca la problemática de la brecha entre el precio que recibe el productor y el precio de venta en góndola. En enero de 2025, los productores solo captaron el 13,3% del precio de venta en góndola, un descenso del 11% respecto al promedio de los últimos años. En términos reales, el precio recibido por la hoja verde cayó un 58,2%, mientras que el precio en góndola disminuyó un 29,1% en el mismo período.
Uno de los puntos más críticos del informe es la situación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), cuya capacidad operativa está comprometida por la falta de un presidente y la desfinanciación del organismo. La eliminación de los acuerdos de precios semestrales y la apertura de importaciones, según el CEPA, agravan la situación de los pequeños productores yerbateros, que enfrentan un mercado cada vez más desorganizado.
El DNU 70/2023, que busca la liberalización del sector, ha generado comparaciones con la desregulación de los años 90, cuando el mercado de yerba mate sufrió una caída drástica en los precios y los productores vieron una reducción de sus márgenes. El informe sostiene que el actual contexto de desregulación podría tener consecuencias similares, perjudicando nuevamente a los pequeños productores en favor de las grandes industrias yerbateras.
A pesar de los desafíos, el sector yerbatero continúa siendo uno de los más emblemáticos de la economía argentina, con un mercado que se caracteriza por la atomización de la producción y la concentración industrial. Con un futuro incierto debido a las políticas de liberalización y desregulación, los productores y el INYM se encuentran en una encrucijada que podría redefinir la estructura del complejo yerbatero en los próximos años.
Análisis sobre la evolución reciente del complejo yerbatero - Marzo 2025 - CEPA.pdf