El ídolo de Racing, Humberto "Bocha" Maschio murió este martes a los 91 años, según informó el club de Avellaneda en sus redes sociales. Fue uno de los grandes símbolos de la institución, ya que se consagró campeón del mundo en 1967, en el equipo que también integraban Roberto Perfumo, Alfio Basile y Juan Carlos Cárdenas.
“Con profundo dolor comunicamos el fallecimiento de Humberto Maschio, campeón con nuestra camiseta del fútbol argentino, de América y del Mundo. Los que dejan huella jamás quedan en el olvido... ¡Siempre estarás en nuestro corazón, querido Bocha!”, fue la despedida de la Academia en la red social X.
Maschio, nacido en 1933 en Avellaneda, marcó una época. Comenzó su carrera en Quilmes, en 1953, donde metió 24 goles en 30 partidos en el torneo de Primera B. Ante las actuaciones espectaculares, al año siguiente fue comprado por Racing y en su segunda etapa en el club, bajo la dirección de Juan José Pizzuti, ganó todo: Primera División en 1966, Copa Libertadores 1967 y Copa Intercontinental 1967.
El Bocha también se destacó en Italia, donde vistió las camisetas de Bologna (1957 a 1959), Atalanta (1959 a 1962), Inter de Milán (1962 y 1963) y Fiorentina (1963 a 1966). En la península ganó la Serie A en 1963 y la Copa Italia en 1966, luego pegó la vuelta a Racing.
A nivel selección defendió los colores de la Argentina e Italia. Integró el equipo denominado Los Carasucias, que ganó el Sudamericano de 1957, que se jugó en Lima, junto a Oreste Corbatta, Enrique Sívori, Antonio Angelillo y Osvaldo Cruz. Luego, visitó la camiseta de la Azzurra en el Mundial de Chile de 1962.
Maschio también tuvo una destacada carrera como DT que lo llevó a salir campeón de América con Independiente en 1973. Antes, en 1969, dirigió a la Selección argentina en plan de preparación para las Eliminatorias del Mundial de 1970 a jugarse en México. Pero no obtuvo buenos resultados y el presidente de facto Juan Carlos Onganía intervino para echarlo y su lugar fue ocupado por Adolfo Pedernera.
Entre 1999 y 2000 dirigió a Racing Club junto a Gustavo Costas, por decisión de juez Gorostegui en plena quiebra del club. Fue la primera experiencia como entrenador del actual DT académico en un contexto muy adverso.