La responsable del centro, Lina Almazán, destacó en diálogo con Radio Continental Tucumán que el consultorio público y gratuito atiende a personas de entre 2 y 99 años, ofreciendo psicología, fonoaudiología, terapia ocupacional y grupos de ayuda mutua.
Almazán aclaró que la tartamudez no es una enfermedad ni discapacidad contagiosa, sino una forma diferente de hablar. “No es una patología, no es una enfermedad, no es discapacidad, no se contagia. Simplemente es una forma diferente de hablar”, precisó. También señaló que puede haber un componente genético: “En la mayoría de los casos hay antecedentes hereditarios de Tartamudés”.
Desde la inauguración del centro en 2016, el CIMT ha registrado 220 pacientes activos, mientras que entre 2010 y 2021 se realizaron 850 consultas. Según Almazán, “desde el 2010 hasta ahora, logramos que el 90% de las personas con tartamudez estén escolarizadas, estén integradas en el ámbito familiar, en el ámbito social, y seguimos avanzando”.
La especialista destacó que cada paciente requiere un tratamiento personalizado y que la mejora depende del acompañamiento familiar y del equipo profesional: “El paciente solo con una terapia no es suficiente. Eso también es importante decirlo, el acompañamiento de la familia, en este caso el acompañamiento del centro, políticas públicas comprometidas que nos dan esta oportunidad, el ámbito educativo que también suma, y por supuesto la sociedad”.
Durante las actividades de mañana, se realizarán talleres de oratoria y demostraciones públicas, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad y brindar a las personas con tartamudez la oportunidad de expresarse y ser escuchadas. “Poder ver los resultados en Plaza Independencia cuando escuchen a los chicos hablar, dar su mensaje, eso es gratificante**”, afirmó Almazán.
El CIMT funciona en Catamarca 411, con turnos presenciales y virtuales, y continúa impulsando la inclusión y la visibilización de esta condición en toda la provincia.