Como se sabe, cuatro personas mayores y una menor fallecieron por inhalación de monóxido de carbono, sobreviviendo solo un bebé de un año y medio de edad a la tragedia que sacudió a Villa Devoto y aun conmociona a la opinión pública.
Las personas fallecidas fueron Demetrio De Nastchokine, 79 años; Graciela Just, 74; Andrés De Nastchokine, de 43; Marie Lanane, de 42, y Elisa De Nastchokine, 4 años, mientras que Milo Nastchokine logró sobrevivir milagrosamente.
El último parte médico sobre su estado de salud indica que el menor está “evolucionando favorablemente”, encontrándose internado en la Unidad de Cuidados Intensivos Infantil del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
Sufrió una “intoxicación grave con monóxido de carbono”, por lo que actualmente tiene una cánula de alto flujo como soporte ventilatorio, aunque “sin requerimiento de drogas inotrópicas y vasopresoras” mientras “continúa con monitoreo continuo estricto”, se señala en el parte.
Qué sucederá con el bebé que sobrevivió a la tragedia de Villa Devoto
Ahora se conoció que el Juzgado Civil N°102 de la Ciudad de Buenos Aires otorgó la guarda provisoria del bebé a una familiar, ya que se quedó sin familiares directos.
Se trata de una tía paterna, una profesional, propietaria de vivienda y que no registra conflictos personales, quien acompañada por sus hermanos será la encargada de brindar contención y cuidado al menor durante esta etapa transitoria, mientras avanza el proceso judicial que definirá la tenencia definitiva.
El magistrado que tomó la decisión lo hizo con el objetivo de evitar la institucionalización de Milo una vez que reciba el alta médica, mientras se decide la tenencia definitiva, que podría resolverse de manera más ágil si existe acuerdo entre los parientes de ambas partes. De hecho, los abuelos maternos y un tío del niño viajaron desde Europa y ya se encuentran en la Argentina.
Asimismo, la Justicia evaluará si es necesaria una prórroga de la guarda, una tutela o incluso una adopción, con foco en el bienestar emocional y social de Milo, para lo cual ya se pusieron en marcha evaluaciones psicológicas y socioambientales en conjunto con organismos de protección de derechos de la infancia.