La tutoría ha demostrado ser altamente efectiva para mejorar los aprendizajes de los estudiantes. A esta conclusión llega el último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, en el que se analiza la evidencia disponible acerca de los efectos de estos espacios en las trayectorias escolares.
En este contexto, LV12 se contactó con Magdalena Benvenuto, directora ejecutiva de Educar y Crecer, para informarnos más sobre esta política educativa clave para mejorar los aprendizajes y las trayectorias escolares.
En Argentina, el artículo 32 de la Ley de Educación Nacional establece que las jurisdicciones deben garantizar, entre otras cosas, la implementación de alternativas de apoyo a la trayectoria escolar de los jóvenes, como tutores y coordinadores de curso, con el objetivo de “fortalecer el proceso educativo individual y grupal de los estudiantes”.
"Las Tutorías son espacios que la misma la Ley Nacional de Educación garantiza en su articulo 32. Se trabaja con los estudiantes de forma más personalizada, podría ser de manera uno a uno, o en grupos más pequeños dependiendo de la actividad", afirmó.
"Son espacios que muchas escuelas organizan y que también diagrama la sociedad civil como instrumento para apoyar las trayectorias escolares de los estudiantes, sobre todo en un contexto donde los resultados del desempeño de los estudiantes vienen demostrando desfasajes con respecto a lo que se espera de los desempeños. Entonces, los espacios de tutorías pueden funcionar como espacios recuperadores de aprendizaje por un lado, y después por otro lado funcionan para desarrollo emocional y plan de vida de los estudiantes", agregó.
Las tutorías son espacios de formación individuales o en grupos pequeños, orientados especialmente a acompañar las trayectorias educativas de los estudiantes. Abarcan aspectos que van desde el apoyo al aprendizaje hasta el desarrollo socioemocional y la atención a las necesidades de cada alumno. Pueden implementarse en la escuela primaria y en la secundaria; también existen experiencias en el nivel universitario.
"Es tan amplia la definición de una tutoría que no te podría decir cuáles son los puntos claves para las distintas modalidades que existen, pero se ha demostrado empíricamente que estos espacios han logrado ser efectivos, por ejemplo, la evidencia demuestra que favorecen la trayectoria educativa, el desempeño escolar, también la continuidad dentro del sistema educativo, el desarrollo emocional de los estudiantes y ciertas funciones positivas que tiene una correlación con todo lo relacionado a la inserción laboral. Además, con lo relacionado al involucramiento de la familia en el proceso de aprendizaje del estudiante", explicó.
En esta misma línea agregó: "Las tutorías tienen que estar adaptadas de acuerdo al contexto de los grupos que se van a atender y según las necesidades específicas. Es decir, depende de cuál es la población, cuáles son las necesidades especificas de la misma y cuál es el contexto con el que yo estoy trabajando".
Trabajo en equipo
Benvenuto afirmó que "en nuestras tutorías no solo trabajamos con los estudiantes en grupos pequeños, entre cinco y diez, con proyectos significativos para poder construir reflexivamente su aprendizaje en la lectoescritura, sino que a su vez trabajamos con los padres y con las madres en talleres en donde mensualmente se debate sobre cómo es que ellos pueden acompañar a sus hijos en sus trayectorias escolares. Incorporar a los padres en este proceso es fundamental".
Por último explicó "que es fundamental utilizar metodologías diferentes para lograr captar la atención de los estudiantes. Cuando se pone el espacio de tutoría como una hora curricular, se está volviendo a trabajar en este espacio que pretende ser de re vinculación y recuperación, con la misma dinámica y tecnología que las formas escolares tradicionales. Sin embargo, estos tienen que ser espacios donde se trate de abordar la problemática que se requiere desde un lugar y una mirada diferente".