El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este lunes que un ataque contra Venezuela supondría "el fin político" de su homólogo estadounidense, Donald Trump, quien insistió ese mismo día en que no descarta ninguna opción con respecto a una posible intervención en territorio venezolano.
"Quieren que el presidente Trump cometa el error más grave de toda su vida y se meta militarmente contra Venezuela, lo cual sería el fin político de su liderazgo y de su nombre, y lo están azuzando, provocando", aseguró en su programa semanal transmitido por el canal estatal 'Venezolana de Televisión'. El dirigente se ha mostrado abierto nuevamente a mantener conversaciones con Trump, pero esta vez ha instado en hacerlo "cara a cara", pese a denunciar la escalada militar frente a su país: "Van 16 semanas de amenazas, de agresión psicológica y de acechanzas".
Trump continúa siendo ambiguo con respecto a sus planes en Venezuela. En unas declaraciones de este lunes desde el Despacho Oval, el presidente estadounidense no ha descartado una reunión con Maduro, solicitada por este último mandatario, pero tampoco el despliegue unilateral de tropas en territorio venezolano.
Sus declaraciones tienen lugar tras un mes de escalada de tensiones entre ambos países. La situación se ha agravado por exhibiciones de fuerza militar frente a las costas del país sudamericano, entre ellas, el despliegue de un submarino nuclear, ejercicios bélicos en el vecino Estado insular de Trinidad y Tobago y varios ataques en aguas del Caribe y del Pacífico. Estos ataques, 21 en total, han dejado ya 83 muertos, cifras que el secretario de Defensa del país justifica en nombre de una presunta lucha contra el narcotráfico.
"No descartamos nada", expresó Trump ante los periodistas desde la Casa Blanca, "pero tenemos que arreglar Venezuela". Tras un mes de amenazas, su homólogo en el Palacio de Miraflores ha recogido el guante: Maduro ha pedido "paz" en inglés y en español durante sus conferencias de prensa diarias, e incluso ha cantado el archiconocido himno antibelicista de John Lennon, 'Imagine'.
"Es posible que tengamos algunas conversaciones con Maduro, veremos cómo resultan", declaró Trump el domingo por la noche desde West Palm Beach, Florida. Fuentes del Gabinete aseguran que al presidente le interesa cerrar un acuerdo petrolífero con la nación caribeña, que cuenta con las mayores reservas de crudo del mundo, antes que presionar para la salida de su líder, como reclaman algunas figuras de la oposición, ya sea desde el exilio o desde la clandestinidad, como es el caso de María Corina Machado.
El USS Gerald R. Ford, el portaaviones más grande y avanzado del país, llegó al mar Caribe el domingo, ampliando la capacidad militar de Estados Unidos para realizar posibles ataques y otras acciones en territorio venezolano. Se estima que, con la llegada del Ford, más de 15.000 tropas estadounidenses se encuentran desplegadas en esta zona de Sudamérica: una cifra comparativamente alta con respecto a los últimos años.
Geoff Ramsey, experto investigador asociado del Atlantic Council, considera que la Administración no quiere repetir intentos fallidos de diálogo, como en el caso de Irán. "Quieren negociar desde una posición de fuerza, y creo que la Casa Blanca le está dando un ultimátum a Maduro", afirmó Ramsey a la agencia AP. "O entabla conversaciones creíbles sobre una transición, o Estados Unidos no tendrá más remedio que intensificar el conflicto".
Con respecto a la posibilidad de un acuerdo económico, similar al que ha ocurrido bajo su mandato en países como Siria, Ramsey cree que el objetivo de Trump con respecto a Venezuela es, sencillamente, una victoria. "Y puede que sea flexible en cuanto a cómo se materialice esa victoria", añade este experto. "Es plausible que Estados Unidos presione para obtener un mayor control sobre los recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo, así como una mayor cooperación en materia de migración y seguridad".
Trump pone a México en su punto de mira tras Colombia y Venezuela
Los ataques de las fuerzas estadounidenses contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental han suscitado críticas de diversos expertos en Derecho militar, así como entre las filas de congresistas tanto demócratas como republicanos. Los expertos argumentan que el Ejército estadounidense no tiene potestad legal para atacar en aguas internacionales a civiles que no representan una amenaza de violencia inminente, incluso si se sospecha -sin pruebas- que han cometido delitos.
Trump también ha emitido amenazas contra la soberanía de México y Colombia, todos ellos gobernados por ejecutivos poco afines a la ideología actual de la Casa Blanca. El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha sido recientemente sancionado junto a su ministro del Interior, su pareja y su hijo ante acusaciones de "fomentar un narcoestado".
"¿Querría atacar México para detener el narcotráfico? Por mí bien, lo que sea necesario para detener el narcotráfico", ha declarado el republicano recientemente sobre su país vecino. "No estoy contento con México".