Unja vez más, la Policía de Tucumán debió intervenir ante una fiesta clandestina. En esta oportunidad sucedió en Yerba Buena durante la madrugada de este domingo.
Personal de Patrulla Motorizada de Yerba Buena realizaba recorridos preventivos y al llegar a la avenida Solano Vera y Constancio Vigil observaron que se estaba llevando a cabo una fiesta clandestina con aproximadamente 100 personas.
Los efectivos se acercaron hasta el domicilio, se contactaron con la propietaria y le solicitaron a las personas del lugar se retiren. Sin embargo cundo se estaba cumpliendo el desalojo, los asistentes a la fiesta clandestina, la mayoría en estado de ebriedad, comenzaron a insultar al personal policial como así también a arrojar piedras y botellas de vidrio.
La Policía logró reducir a un joven de 17 años. Se comunicó de la situación a la Defensoría de Menores, que dispuso que el menor sea entregado a sus progenitores y no se inicie ninguna causa.