En este contexto, mientras el Tricolor se prepara para estar a la altura en la competencia que le pondrá punto final a un año brillante para los de Río de Janeiro, en Brasil explotó una bomba que pone en duda su participación en la competencia que también contará por primera vez con la presencia del Manchester City.
¿Qué pasó? Una disputa interna en el seno de la Confederación Brasileña de Fútbol pone en riesgo la posibilidad de Fluminense de competir en el Mundial de Clubes. Teniendo en cuenta el flojo presente de la Selección de Brasil en las Eliminatorias Sudamericanas (la Verdeamarelha cayó al quinto puesto del ranking FIFA), la oposición amenaza con destituir de su cargo a Ednaldo Rodrigues, presidente de la CBF.
Según informó el medio O Globo, es tanta la fuerza de la lista opositora que el Tribunal de Río de Janeiro prepara para la próxima semana un juicio de acción que buscaría la nulidad de las elecciones que culminaron con Rodrígues como el máximo mandatario de la Confederación y colocarían en el cargo a un interventor.
Es más. la oposición comenzó a elaborar un informe en el cual buscan llegar a irregularidades en el gasto de la actual administración (facturas impagas y retrasos en algunos pagos, entre otras cosas). Como consecuencia de estas acciones, FIFA decidió tomar cartas en el asunto.
El ente madre del fútbol a nivel mundial le envió un contundente comunicado a la CBF en la que le recordó algunos puntos importantes de su estatuto. Por ejemplo, hay un artículo que resalta que los afiliados deben resolver sus conflictos sin la intervención de terceros. Caso contrario, corren riesgo de suspensión.
El máximo organismo golpeó la mesa y advirtió a la entidad brasilera de las complicaciones que podría sufrir. Esto no fue al azar, ya que Marco Polo Del Nero, uno de los líderes de la oposición, fue expulsado por FIFA debido a su participación en un escándalo de corrupción vinculado a contratos de comercialización de competiciones como la Copa América y la Libertadores.
En caso de que los opositores decidan continuar con su plan pese a la advertencia recibida, se exponen a severas sanciones como por ejemplo que Fluminense pierda la posibilidad de participar del Mundial de Clubes que se avecina. Además, a los equipos brasileños se les podría prohibir jugar la Libertadores y la Sudamericana del próximo año.
Si se termina confirmando este panorama, habría que esperar la confirmación de FIFA para saber si ese lugar podría ser ocupado por Boca, quien fue el subcampeón de la última edición del certamen continental. Esta posibilidad suena por demás complicada, sobre todo teniendo en cuenta los plazos que restan para el comienzo de la actividad.