Boca Juniors se llevó un interesante empate de su excursión por San Pablo: igualó 0-0 ante Corinthians por el duelo de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. Si bien Agustín Rossi fue figura y atajó un penal, el conjunto auriazul planteó un partido serio y no se vio arrollado en ningún momento. Incluso, contó con varias acciones para abrir el marcador, pero allí apareció Cássio, el portero local, también de gran actuación.
l local asumió la iniciativa, pero con los reparos del temor que infunde Boca. Buscó imprimir agresividad en ataque, siendo ancho con el pase de los carrileros y con movilidad en Willian y Guedes. Pero cuando perdió el balón, hizo pasar a todo el equipo atrás de la línea de la pelota y le permitió a su rival que la moviera con comodidad hasta mitad de campo. La intención: evitar que el Xeneize pusiera a correr a sus velocistas Zeballos y Villa.
No leyó mal el mapa del encuentro el técnico Vitor Pereira. A los 14 minutos, cuando los de Battaglia pudieron lanzar al Changuito, el santiagueño desbordó y envió un centro preciso para Benedetto, que cabeceó a las manos de Cássio.
El trámite se hizo áspero y muy parejo. Los dos elencos se enfocaron en neutralizar las virtudes de su oponente y eso se tradujo en que tomaran pocos riesgos. El Timao se mostró mejor perfilado por la banda derecha, con Adson y Mantuan. De hecho, a los 36′, el primero enganchó del lateral al centro y remató de zurda: su intento se fue apenas desviado. Boca le sacó ritmo al cotejo y esperó por su chance.
Hasta que a los 39 minutos Rojo impactó con su brazo en el rostro de Mantuan y el árbitro Roberto Tobar sancionó penal. Guedes se hizo cargo y remató a la derecha del arquero, a media altura. Y Agustín Rossi confirmó su condición de especialista en remates desde los 12 pasos.
Y para completar la faena, el elenco argentino casi se va al descanso en ventaja: Tras un centro desde la izquierda, Benedetto le pegó pifiado, pero con dirección, y obligó a la volada de Cássio.
El segundo tiempo ofreció otro ritmo. Sea porque los dos equipos se animaron a despojarse de los miedos o porque el desgaste comenzó a erosionar la concentración, lo cierto es que las llegadas aparecieron. Al minuto, tras un jugadón de Willian, Giuliano remató de frente a la valla y con Rossi casi fuera de acción, pero Rojo desde el piso se vistió de héroe para evitar el gol. A los 6, Romero, de tiro libre, casi cuelga el esférico de un ángulo, pero intervino Cássio. Y a los 20 falló Adson tras un preciso centro atrás.
El discurrir de los minutos favoreció a Boca, que al detectar la impotencia de su adversario, casi da el golpe dos veces. Primero, a 10′ del final, con un intento de Benedetto, tomando a contrapierna a Cássio. Y a los 90, con un centro de Villa que se cerró y que el guardameta neutralizó con una estirada plástica.
Así, Boca aguarda confiado el partido de vuelta de esta serie de Copa Libertadores, que será el próximo martes 5/7, en La Bombonera, también desde las 21.30. El vencedor de la llave se medirá en cuartos de final ante el ganador del cruce entre Flamengo y Deportes Tolima.