El 2022 está a muy poco de terminarse y el estrés empieza a hacerse presente en alumnos y padres por los actos de finalizaron de clases, las fiestas y los exámenes.
A raíz de esto, desde Global School trabajan en un proyecto educativo que prioriza el bienestar integral de los alumnos.
Para conocer más, LV12 se comunicó con Gabriel Rshaid, director de The Global School: “Se viene fin de año como un período muy estresante y particular. En las instituciones educativas se agrega la presión de la aprobación de fin de curso pero nuestro colegio no hace nada revolucionario, simplemente como comenzamos hace cuatro años pudimos plantear que es los alumnos aprendan y que aprendan en un contexto de estar bien. Entonces, tenemos la formalidad de cualquier institución escolar pero no tenemos la presión de que un alumno vaya a desaprobar o no, si un alumno se esfuerza tiene que aprobar, si un alumno estudia es trabajo del colegio que le vaya bien o no, no sentarse a juzgarlo”, expresó.
“Nosotros le garantizamos a un alumno que si se esfuerza le va a ir bien, que aunque tenga una dificultad de aprendizaje es nuestro trabajo que aprenda. Hay muchos años en el que el sistema escolar ha priorizado el juicio y la evaluación igual para todos. Hace que se den estas situaciones horribles, de mucha presión a una edad en la que uno debe preservar por sobre todo la autoestima de los chicos”, dijo sobre el sistema educativo de nuestro país.
Con una calificación numérica pero siempre priorizando el bienestar de sus alumnos, el Global School sostiene que “un alumno es mucho más que una nota”, por lo que Rshaid explica que las notas numéricas se utilizan para evaluar el aprendizaje pero más allá de esto, sostiene que ningún sistema educativo debería impedir que un alumno pueda seguir aprendiendo o no.
Algunos puntos que caracterizan a la institución son las evaluaciones formativas y continuas para evitar “llegar al final de un período de calificación arbitrariamente determinado” y la no puntuación de promedio.
De esta manera, señala que el sistema educativo de muchas instituciones no priorizan el bienestar de los estudiantes, lo que “genera situaciones de un estrés incalificable” en niños, niñas y adolescentes que terminan confundiendo el valor de su persona con el de una nota.