El proyecto Distorsión, negación y banalización del Holocausto, de la memoria reciente y su utilización en discursos de odio: recomendaciones y estrategias para contrarrestarlos presentó el viernes pasado, los resultados y productos finales en el salón Libertador del Palacio San Martín. La iniciativa fue llevada adelante por el Centro Ana Frank Argentina para América Latina.
"El trabajo ha sido amplio, complejo, participaron más de 300 personas en jornadas, en producción de video, de contenidos, recomendaciones. El cuerpo conceptual es que el discurso de odio construye realidades, el holocausto fue construido con discursos de odio, los genocidios son construidos desde los discursos de odio y también nuestra experiencia de terrorismo de Estado, es decir, todo comienza con la palabra, estigmatizaciones, estereotipos, demonizaciones que van generando en vastos sectores de la sociedad, la convicción de que son responsables o culpables de todos los males", dijo Héctor Shalom, director del Centro Ana Frank Argentina a LV12 Radio Independencia.
Shalom remarca que la negación, la distorsión y la banalización, forman parte de los discursos de odio por parte de "sectores viejos y nuevos de derechas antidemocráticas".
Con frases como "no existió", "no fue tan grave", "no fue así", "no son los números", estos discursos forman parte de una estrategia planificada, analizada y estudiada por parte del marketing político.
Para combatir estos discursos, el director del Centro Ana Fran Argentina, indica que se debe tener "claridad" sobre quienes son las personas que inician y construyen estas oraciones, así también, como quienes son sus "destinatarios", que pueden tener "menor o mayor conciencia", ya que son ellos quienes repiten o multiplican los discursos, para "crear conciencia" en la humanidad y en nuestro país.
Redes sociales, "humor" y discursos de odio
Los avances tecnológicos y la creación y uso de las redes sociales ha desarrollado consigo un tipo de humor que intenta banalizar y burlar hechos que han sido considerados importantes en la historia por el dolor y sufrimiento generado.
De estar manera, Shalom señala que el humor ha sido utilizado como recurso para esconder discursos relacionados al racismo, a la homofobia y al antisemitismo, que con las redes sociales, han encontrado una herramienta en la cual construir y difundir contenidos de odio.
Es así, que recomienda saber identificar un discurso de odio escondido en "humor", para poder evitar al provocador, y generar contenido de conciencia a través de la difusión de información.