El presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, ordenó restringir el movimiento en áreas cercanas a edificios gubernamentales e instalaciones estratégicas, luego que un grupo de manifestantes se tomara la sede de la Asamblea Nacional el martes 8 de octubre.
El ejecutivo precisó, mediante un comunicado, que la prohibición de circulación se extenderá mientras dure el estado de excepción, declarado la semana pasada por Moreno, inicialmente por 60 días, pero que la Corte Constitucional limitó a 30.
Desde Guayaquil, la nueva sede temporal de Gobierno, el presidente Moreno destacó que no dará marcha atrás a su paquete reformas económicas entre las que se cuenta la eliminación del subsidio a las gasolinas extra y el recorte de las prestaciones salariales a los empleado públicos; mientras destacó estar abierto al diálogo.
Durante la jornada, la Confederación de Nacionales Indígenas del Ecuador (Conaie) denunció excesos de los efectivos de seguridad, cuando intentaban desalojarlos del Parlamento. Según, líderes indígenas hubo varios heridos, producto de la represión.
La Conaie también resaltó que los 47 militares y los 65 policías que tienen retenidos se encuentran en buen estado de salud. El dirigente indígena señaló que los efectivos se encuentran bien y que “están compartiendo con el pueblo”.
Entre tanto, la Policía Nacional ecuatoriana confirmó que el número de fallecidos durante las protestas ya asciende a dos. La segunda víctima es un joven de 26 años, que se encontraba en una clínica de la ciudad, luego de caer este lunes desde el puente en Quito, durante una persecución policial.
Los manifestantes, principalmente del movimiento indígena, han hecho un llamado para que todos los ciudadanos se unan a la huelga general en la capital ecuatoriana este miércoles 9 de octubre en Quito.
La violenta jornada también hizo que el Ministerio de Educación suspendiera las actividades escolares en todos los colegios públicos y privados del país.