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Préstamos a empresas caen por reactivación económica

Los registros obtenidos en mayo señalaron una novena baja consecutiva, con un descenso de 4,4%. Pymes solicitan nuevo shock de financiamiento.

Los préstamos a empresas siguen mostrando una caída sostenida, pese al repunte de la actividad económica. En mayo ocurrió la novena contracción al hilo. De hecho, en comparación con los niveles del mes previo, la baja fue de 4,4% en términos reales. Y esa dinámica continuó en los primeros siete días hábiles de junio, con una nueva contracción mensual real de 2,5% (crecen 0,5% nominal respecto al promedio de los primeros 7 días de mayo), que si se confirma al terminar el mes, será la décima consecutiva. Las pyme reclaman un nuevo shock de financiamiento.

El que se está observando en la dinámica del crédito es un fenómeno atípico. En general, la suba de la actividad económica va de la mano con más préstamos al sector privado. En este caso, tal como destacan desde el BCRA, se observa una dinámica que es la contraria: el PBI viene recuperando posiciones perdidas durante la pandemia y durante las megadevaluaciones de 2018-2019. Sin embargo, los préstamos retroceden.

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Un fenómeno inusual: bajan los préstamos en empresas pese a la reactivación económica.

Un fenómeno inusual: bajan los préstamos en empresas pese a la reactivación económica.

En ese sentido, desde la autoridad monetaria indicaron: “La ralentización del crédito observada durante los últimos meses obedece, casi en su totalidad, a la evolución de las líneas comerciales y, en particular, de aquellas destinadas a grandes empresas. Cabe señalar, que esta dinámica de los préstamos se dio en un contexto de recuperación de la actividad económica”.

Y es que durante lo peor de la primera ola de Covid-19 para la actividad económica, cuando ante la incertidumbre las medidas sanitarias fueron más duras e incluyeron el cierre de la mayoría de los sectores productivos, las líneas de crédito a tasas subsidiadas para intentar sostener vivas a las empresas fueron un boom. Las firmas tomaban los préstamos no para invertir en maquinarias sino para directamente para pagar sueldos.

Ahora que el ingreso viene mostrando un repunte, las empresas aprovechan para cancelar esos préstamos pero no toman otros nuevos porque las decisiones de inversión implican tener cierta certidumbre acerca del futuro de mediano y largo plazo. Ya, desde el vamos, el repunte de la actividad se interrumpió en febrero (aunque la economía dejó de caer y entró en un presunto estancamiento) y hacia adelante hay incertidumbre.

El economista de Ecolatina, Matías Rajnerman, explicó: “Una parte importante de la caída tiene que ver con créditos para capital de trabajo que se habían tomado el año pasado y no se están renovando ahora, porque no es necesario. En 2020 muchas empresas pagaron suledos con préstamos al 24%, porque la pandemia les jugó en contra. Este año, que la economía viene un poco mejor, están aprovechando para cancelarlos y por eso baja el stock neto de créditos. Los créditos al 24%, el año pasado, ayudaron a evitar el cierre de muchas empresas, no estaba asociado a la inversión sino a pagos de capital de trabajo, principalmente sueldos”.

Desde el sector pyme, sin embargo, reclaman que en la segunda ola, con un crecimiento en la actividad económica se dé un nuevo shock de financiamiento, esta vez con el foco puesto en la inversión. En ese sentido, el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, sostuvo: “La recuperación de la actividad industrial necesita un segundo shock de financiamiento para impulsar la compra de bienes de capital que permitan potenciar la producción y crear nuevos puestos de trabajo. Los indicadores técnicos, sumados a la realidad diaria que viven las pyme, permiten proyectar un sendero de crecimiento que deberá ser respaldado con mayor inversión”.

FUENTE: Bae Negocios

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