Eva es fanática del "Lobo", pero su camino en la fotografía comenzó totalmente alejada de lo que es su actualidad. Terminó la secundaria y decidió estudiar la carrera por el año 1998. Los primeros pasos fueron con eventos sociales. Sin dudas, su sueño era poder fotografiar al elenco de sus amores y el destino se lo permitió con el paso del tiempo. Lo que nunca iba a imaginar es que sus dos grandes pasiones podían llegar a combinarse: Gimnasia y Diego Maradona.
Un 8 de septiembre del 2019, la ciudad de las diagonales viviría uno de sus momentos más convulsionados. Diego Maradona se calzaba el buzo de Gimnasia y revolucionaba el fútbol argentino. Allí, recuerda lo que fue uno de estos momentos bisagras en su vida: "Me acuerdo todo, aunque mi memoria falla mucho, pero hay cosas que me acuerdo y con él ni hablar, yo la primera vez que lo veo a Diego fue en ese entrenamiento abierto el día de la presentación, o sea como lo vimos todos y después de eso en el centro de entrenamiento en el campus de Estancia Chica que es el predio que tiene gimnasia para entrenar", comentó.
Pero, sin dudas, lo más fuerte llegó después de la presentación en sociedad para el mundo Gimnasia: "Él me dio la mano, todavía me acuerdo esa sensación porque se me paralizó todo el cuerpo y bueno y a partir de ese momento, bueno era un trabajo cotidiano del día a día de tenerlo a Diego ahí y no entender cómo estaba pasando eso, pero bueno la realidad es que sí, era nuestro director técnico y el trabajo cotidiano todos los días, fuimos como haciendo un vínculo relindo".
El hecho de tener al ídolo del póster genera dudas sobre si esa idolatría puede continuar al momento de conocerlo. Para Eva esto fue complicado porque estaba ese ser que le generaba muchas cosas con solo verlo: "Fue muy difícil, o sea me costó mucho porque uno está atravesado por demasiadas emociones y cosas.me daba mucho miedo que por ahí a él no le guste algo porque bueno era Diego y también confiaba mucho en mi forma de trabajar, digo bueno si nunca tuve ningún problema, yo no soy muy invasiva, más allá de que yo quería abrazarlo y decirle que lo amaba todos los días de mi vida, me tenía que calmar un poco porque bueno estaba trabajando, era otro rol que yo tenía, pero bueno poquito a poquito fuimos como teniendo confianza y demás".
Pardo destaca que el día a día con Diego comenzó a tornarse algo "normal" y resaltaba la predisposición del oriundo de Villa Fiorito para hacer más amena la jornada laboral. "Yo amaba a Diego porque sentía que era una persona como uno más y eso fue tal cual, él era uno más, él colaboraba con todos nosotros, desde que me hacía un gesto para una foto, una sonrisa, algo particular, hasta con los chicos, con los utileros, con el staff, con todos, obviamente con los jugadores y demás", aseguró.
En el transcurso de Maradona en Gimnasia, pudieron compartir miles de momentos, pero hay uno que ella destaca sobre el resto de las cosas. En el vaivén de si Diego seguía en La Plata o dejaba el cargo de DT, Pardo sufrió mucho esta situación y afirmó que cuando el Diez decidió retornar, le confesó que lloró mucho por su ausencia y que lo quería mucho. Como si se tratara de una definición de su excelsa zurda, él le dejó una frase que la marcó para siempre. "Nos aprendimos a querer". La fotógrafa confiesa que aún recuerda esas palabras como si tuviera al exjugador de Boca cerca de ella:"Esas frases como que todavía las sigo sintiendo de su voz porque me pareció hermosa, porque me estaba diciendo que también me quería, lo que era un montón".
Eva se despide dejando su definición de lo que significó Diego Maradona en la vida de los argentinos y en especial la de los maradonianos:"Diego es un referente de vida, una persona que nunca se olvidó de dónde vino, que les tocó vivir las más feas y las más lindas y, sin embargo, siempre fue un ser humano entero con sus errores, con sus virtudes, siempre creo que trató de poner por encima a los que menos tienen o nunca se olvidó de nada porque nunca se olvidó de dónde vino, de quiénes lo necesitaban y eso me parece que es lo que lo enaltece, es una humildad tremenda, una sencillez todo, una persona que como te decía tuvo el mundo a sus pies, que seguía siendo un humano más, un compañero más, una persona atenta al que más necesitaba, me parece que lo hizo grandioso".