"El dolor era cada vez más intenso. Dejé de entrenar y solo intentaba recuperarme entre partidos. Me tomaba dos, tres o hasta cuatro días libres para aguantar", contó. Finalmente, los estudios confirmaron el peor escenario: no le quedaba cartílago en la rodilla. Se sometió a una operación en Austria, donde le colocaron una placa, pero su calvario no terminó ahí.
Tiempo después, una severa infección complicó su recuperación. "Durante cinco meses tomé medicación, pero la placa tuvo que ser retirada porque la infección me estaba destruyendo la pierna. Tenía agujeros en toda la pierna y contraje Staphylococcus aureus", relató. El panorama era tan grave que los médicos evaluaron una drástica solución: "Estuvieron cerca de cortarme la pierna", confesó. Ribery pasó doce días internado en Austria, temiendo por su futuro.
Además de su padecimiento físico, el francés hizo un repaso de su etapa en el Bayern Munich, donde fue ídolo. "Fui más que un jugador allí, siempre ayudé a todos en el club", expresó. También recordó su relación con Arjen Robben: "Discutíamos y nos peleábamos, pero terminamos siendo casi hermanos".
Sobre Zinedine Zidane, destacó la admiración que siente por él. "Siempre ha sido como un hermano mayor para mí", comentó. Incluso comparó su estilo con el de Xabi Alonso, a quien elogió por su desempeño como entrenador. "Le deseo lo mejor y creo que Zidane es la persona ideal para dirigir a Francia", opinó.
Finalmente, Ribery volvió a hablar sobre la gran espina de su carrera: el Balón de Oro 2013. "Fue un año perfecto, no pude hacer más para ganarlo. Nunca entenderé por qué extendieron el plazo de votación dos semanas más", cuestionó. A pesar de todo, reconoció el respeto de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo: "Siempre supieron que estaba a su nivel", sentenció.
FUENTE: TyC Sports