Asimismo, el seguimiento publicado este viernes elevó el pronóstico de inflación para 2023 hasta 76,6% (un aumento de 12,0 p.p. que en el REM previo) y proyectaron una inflación de 60,0% para 2024 (9,8 p.p. más).
Julio fue el mes con mayor volatilidad del año y significó una suba sustancial en las expectativas para el mediano y largo plazo. El comienzo del mismo coincidió con la renuncia del exministro de Economía, Martín Guzmán, y el aumento de la incertidumbre acerca del futuro de la dinámica en la conducción del Palacio de Hacienda.
El pronóstico fue realizado entre el 27 y 29 de julio, período en el que Sergio Massa ya había sido confirmado como sucesor de Silvina Batakis. Sin embargo, las primeras medidas de su gestión fueron comunicadas días posteriores.
En cuanto a las estimaciones para séptimo mes del 2022, las cifras de corto plazo indican que la tasa de inflación mensual habría sido de 7,5%. Las variaciones esperadas para los meses siguientes convergen hacia un 5,1% mensual en el mes de diciembre de 2022 y enero de 2023.
El Banco Central resalta en su informe que los diez analistas que mejor pronosticaron esa variable para el corto plazo esperan en promedio una inflación de 94,7%, que también es mucho mayor a la estimada el mes anterior, dado que aumentó 15 puntos porcentuales.