El pasado 7 de octubre, el grupo Hamas irrumpió en territorio israelí cometiendo un acto de terrorismo que causó más de 1.200 muertos, cientos de torturados, mutilados y violados. Asimismo, la organización fundamentalista financiada por Irán secuestró -al menos- a 240 civiles que mantuvo cautivos en los túneles de Gaza. Ese hecho desencadenó la guerra con Israel.
Del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante una tregua humanitaria pactada con la mediación conjunta de Qatar, Egipto y EEUU, se canjearon 80 rehenes israelíes de Hamas, en su mayoría mujeres y niños, por 240 presos palestinos sin delitos de sangre. Además, las milicias palestinas liberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Unos 130 rehenes todavía permanecen cautivos en Gaza.
El Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, detalló que ya son 21.300 los palestinos muertos (más de 5.000 niños) y 55.600 los heridos por la ofensiva israelí. Por su parte, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNWRA) advierte de que el 40% de la población de Gaza está ahora mismo en riesgo de sufrir hambruna. "Sencillamente no hay suficiente comida", aseguraron.