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Bajante del Paraná: factores necesarios para su recuperación

"Es un ciclo seco que estamos transitando que no se sabe cuando va a terminar", explicó en LV12, Juan Borus del Instituto Nacional del Agua, sobre el Paraná.

La bajante que se viene registrando en el Río Paraná es la más significativa de los últimos 50 años y además coincide con la crítica situación del calentamiento global por la acción del hombre confirmada en el sexto informe del Panel de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU.

"Todo empezó a manifestarse en julio de 2019. Es un ciclo seco que estamos transitando que no se sabe cuando va a terminar", explicó en diálogo con LV12, Juan Borus del Instituto Nacional del Agua. El especialista comentó que el escenario se intensificó fuertemente y desde marzo del año pasado hay una bajante similar a la ocurrida en 1944 que fue la peor de la historia.

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La bajante del Paraná alcanza cifras históricas. 

La bajante del Paraná alcanza cifras históricas.

Borus detalló que en los últimos años el rio y la cuenca son distintos. "En general ha habido cambios", sostuvo. Y mencionó que uno de ellos es el cambio de uso de suelo, de cobertura, de prácticas "Hoy no existe un centímetro cuadrado en la cuenca de formación del caudal del Paraná que sea la que había en 1944. La repuesta hidrológica de la cuenca en general es totalmente distinta", remarcó.

Para superar este déficit hídrico, Borus consideró que son necesarias dos cosas. Por un lado que haya una normalización del patrón climático de lluvias, que para eso falta bastante. Y el otro punto es esperar que se normalice la condición de humedad de los suelos en general. Esos dos factores resultan claves para que los afluentes del Río Paraná "empiecen a repuntar y tengamos una gradual mejora". Para que eso suceda, el profesional indicó que habrá que esperar bien entrado el verano. "Tenemos grandes incertidumbres", dijo.

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Preocupación por la situación actual del Río Paraná.

Preocupación por la situación actual del Río Paraná.

El desmonte y la tala en los campos para plantar soja tiene s incidencia en la realidad actual. "Es un tema muy complicado trasciende a nuestro seguimiento hidrológico de la región. Es cierto que tiene un impacto. El extremo este de Paraguay ha sido modificado con la agricultura. Y hoy el aporte en ruta que le da al Río Paraná ante un evento de lluvias es del orden del doble más de lo que podía aportar 25 años atrás", contó.

Borus destacó que el sistema de alerta tiene 38 años. Y teme que una vez que termine el evento, el tema desaparezca de la agenda de la sociedad. "Hay que apurarse a mandar el mensaje", manifestó. Y dijo que en Argentina existe una distribución superficial del agua "tremendamente despareja". Y subrayó que es necesario que la población adopte hábitos distintos y comprenda que el recurso es escaso.

Sobre el final informó las cifras que alarman: "hoy hay un número que asusta. En Corrientes, Santa Fe, Rosario y en Goya está tres metros por debajo de los niveles promedio que debería haber a esta altura del año".

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