Cada vez es más grande el número de personas en Argentina "sin religión", de hecho, se convirtió en el segundo mayor grupo luego de los católicos, lo cual ha dejado entrever el profundo cambio cultural y social por el que el país está atravesando.
"El primer punto es que Argentina es muy católica, hay un 62% de católicos y ese es un número alto en el mundo. Lo que se está viendo es una tendencia de estos últimos 10 años donde ha crecido este grupo de los 'sin religión', que pasó de ser un 9% a un 18%, ha crecido e incluye a ateos, agnósticos y también personas que pueden tener creencias en Dios o creencias espirituales pero no se identifican con las instituciones religiosas", dijo Arturo Fitz Herbert, investigador del CECAP, a LV12 Radio Independencia.
En investigador dijo que en dicho estudio se puede observar "un discurso crítico a estas instituciones que es mucho más general", es decir, que hay críticas en la misma medida que en ejes temáticos como la política, los sindicatos y las organizaciones empresariales. Más particularmente, en Argentina, "la discusión pasa mucho por el hecho de que hay muchos católicos y por el rol que tiene el catolicismo en mucho debates como la pobreza, eso genera distanciamiento".
De esta manera, Fitz Herbert explicó que existe "heterogeneidad de opiniones", ya que hay grupos "que están a contra de las religión pero mandan a sus hijos a colegios católicos porque ve que esos colegios forman en favores, que percibe que no hay en instituciones laicas, así también, como grupos que "comparten creencias religiosas pero se oponen a las instituciones".
Con estas opiniones divididas, informó que el tercer grupo más importante en el país, es "el evangélico", que en diez años pasó de entre 7 y 8% a 15%. Aún así, comentó que es un grupo "localizado geográficamente" que corresponde, según su análisis, a "estratos socioeconómicos bajos".