La cifra marca un salto del 187% en comparación con el mismo mes de 2024 y un incremento del 291% respecto de agosto de este año, con un acumulado anual que ya supera en 35% al registrado entre enero y septiembre del año pasado.
La normativa que suspendió de forma temporal los derechos de exportación al complejo cerealero-oleaginoso hasta el 31 de octubre, obligó a las empresas a ingresar el 90% del valor de cada contrato en un plazo máximo de 3 días hábiles, lo que generó un fuerte adelanto en la liquidación. De acuerdo con las entidades, esta dinámica permitió sostener la compra de granos a productores locales “al mejor precio posible”.
En el esquema habitual, la liquidación de divisas se anticipa entre 30 días en el caso de exportación de granos y hasta 90 días en aceites y harinas proteicas, por lo que la operatoria de septiembre no implicó retrasos, sino un adelantamiento de ingresos.
Las estadísticas de liquidación dependen de factores externos como los precios internacionales, las condiciones climáticas, el volumen y calidad de las cosechas, las barreras arancelarias y fitosanitarias.