El buffel grass, también conocido como pasto buffel, es una especie forrajera originaria de África que se adapta a ambientes con escasas precipitaciones, tolera sequías y se desarrolla en suelos de baja fertilidad. Según explicaron, estas características lo convierten en una alternativa viable para zonas como el departamento Ayacucho y el norte de San Luis, donde la ganadería de cría se realiza mayormente en monte y con limitaciones hídricas.
Andrada remarcó que la implantación de esta pastura no consiste simplemente en sembrar semillas, sino que requiere planificación, evaluación permanente y un manejo adecuado del pastizal natural. En ese sentido, subrayó que el buffel grass debe funcionar como complemento y no como reemplazo del monte nativo, respetando las normativas ambientales vigentes y promoviendo sistemas productivos sustentables en el tiempo.
Por su parte, Díaz Flores destacó el rol de la Sociedad Rural en la promoción de nuevas tecnologías para los productores de la región. “Amamos el árido y queremos darle las mejores herramientas a este sistema productivo, que es atípico pero fundamental, porque de aquí sale la genética de nuestros terneros”, afirmó. Además, señaló que las condiciones climáticas propias de la zona son las que definen la calidad de la producción ganadera.
El proyecto fue financiado íntegramente por la Sociedad Rural del Norte de San Luis y contempló ensayos en campos de productores, con resultados considerados alentadores. A partir de esta experiencia, el próximo paso será profundizar el trabajo en manejo del pastizal natural y continuar promoviendo la adopción de esta tecnología, con el acompañamiento técnico del INTA y una estrategia integral que permita mejorar la eficiencia y sustentabilidad del sistema ganadero regional.