“Se trata de propulsores fabricados por la compañía CFM, con un tipo específico de componente que provocó estas fallas”, indicó la empresa en un comunicado. La decisión fue adoptada durante el plenario del Comité de Seguridad de la compañía, del que participan sus máximas autoridades.
La falla técnica en uno de sus motores se dio poco después de iniciar el despegue. La tripulación siguió los procedimientos de seguridad y dirigió la aeronave al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde aterrizó sin inconvenientes. “Los pasajeros desembarcaron con total normalidad”, señaló la línea aérea.
La compañía informó que el mantenimiento de todos sus motores “tiene un cumplimiento absoluto en términos de las verificaciones indicadas por los fabricantes”. Sin embargo, reconoció que “este es el cuarto suceso registrado en el último año con un mismo tipo de motor”.
Por ese motivo, Aerolíneas solicitó al fabricante “una opinión técnica antes de reincorporar estos equipos al servicio”. También pidió la evaluación de otras aerolíneas de la región que operan con la misma motorización y “tuvieron sucesos similares”.
La empresa precisó que la medida preventiva no implica la cancelación de rutas, pero sí “una reorganización temporal de la programación de vuelos mientras duren las verificaciones técnicas”.