Las mesas de discusión que el viernes pasaron a un cuarto intermedio, se desarrollaron por separado con la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y en el mismo sesgo abarcaron a la Asociación de Personal Aeronautico (APA).
En cuanto esta última organización la semana pasada registró despidos de trabajadores en Intercargo, bajo acusación de retener a pasajeros de vuelos en las aeroestaciones en el transcurso de una medida de fuerza. La ofensiva gubernamental replicó con medidas, como destinar personal de Seguridad Aeroportuaria para intentar que el mismo se haga cargo de tareas específicas.
“Dijeron que la decisión del Gobierno es cerrar Aerolíneas”, manifestaron tanto Andrés Junor el secretario gremial de la AAA y otras fuentes gremiales a este medio sobre el estado actual de las deliberaciones. Se reitera, sin perjuicio que la pérdida salarial para el personal de las diferentes áreas se estima en un 40% de base en los últimos meses, la cuestión central es qué definirá la administración libertaria para Aerolíneas.
No hay señales de optimismo en la órbita gremial, porque más allá de que este lunes retomarán las discusiones por la paritaria “en punto muerto” y bajo la promesa de que no habrá medidas de fuerza para continuar el diálogo “de buena fe”, como remarcaron los pilotos, el escenario es áspero.
En los sindicatos precisaron que dentro de las prioridades gubernamentales además está la modificación de los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) para la aeronavegación comercial.
Vale recordar incluso que la mayoría de las organizaciones sindicales del transporte aéreo tuvieron gravitación clave en el último paro nacional que fuera convocado por las confederaciones del rubro, con respaldo y adhesión de otros núcleos representativos de trabajadores y trabajadoras.
El impacto de la huelga del 30 de octubre hizo que el Gobierno repotenciara su postura sobre Aerolíneas al manifestar que avanzará con la privatización de la empresa o bien puede “ceder la misma a los trabajadores y trabadoras para que ellos resuelvan”.
Los textuales del jefe de Gabinete Guillermo Francos no dejaron dudas sobre cuál es el camino -bajo rótulo de “cosa juzgada”- definido por la gestión libertaria. “Si el Congreso no hace la privatización, el Presidente ha sido muy preciso también en esto: vamos a terminar con la compañía, con Aerolíneas Argentinas”, resumió el responsable de los ministros.
Desde la AAA Junor explicó cuáles son los vectores prioritarios para el personal de AA, “nosotros queremos llevar adelante una negociación responsable que acerque tranquilidad tanto a las 10.500 familias que dependen de Aerolíneas, a los argentinos, cuya línea aérea de bandera conecta el país, y a nuestro legítimo reclamo ante el desfasaje salarial”.
Sobre qué formato deberá continuar la empresa, ya sea público, privado o mixto, acotó “la discusión se tiene que dar por otros canales que no tienen que ver con un reclamo salarial. Nosotros estamos dispuestos al diálogo en todas las circunstancias”, refrendó el sindicalista.