Tal vez resulte muy fácil para quien no lo ha vivido, decir que cuando alguien nos abandona, sea porque ha muerto o porque se fue de nuestro lado, la vida sigue y no podemos quedarnos en el pasado. Sin embargo, esas palabras que hoy nos pueden parecer muy difíciles de entender encierran un verdadero significado que solo comprenderás con el tiempo.
Sentirse sola/o puede ser una situación difícil de sobrellevar, pero está dentro de tí la capacidad de convertir esa dificultad en una oportunidad para conocerte a ti misma y aprender a disfrutar de las cosas sencillas de la vida.
Muchas veces dejamos de lado nuestra vida por tratar de vivir la de los demás, abandonamos nuestros hobbys, nuestros gustos y nuestros momentos íntimos para compartirlos con otra persona, desprendiéndonos totalmente de nuestro verdadero yo y solo nos damos cuenta cuando nos sentimos sin esa compañía del “otro”.
Osho explica que es importante aprender a diferenciar la soledad de la desolación. Cuando sientes que estarías mejor con la presencia del “otro” llámese, pareja, amigo, padre, madre, hermano o amigo, te sientes desolado. Desolación es la ausencia del “otro”. “La soledad es la presencia de uno mismo, una desbordante presencia. Tú estás tan llena de presencia que puedes llenar el universo entero con tu ella y no existe la necesidad del otro”.
Es tu elección el cómo dimensionas y visualizas este sentimiento, puedes tomar partido de él o hundirte en la tristeza de la desolación. Es muy importante aprender a liberarse de las dependencias y apegos, así como entender que somos seres individuales que nacimos sin ese “otro” que la vida nos puso al lado.
Para verlo del lado positivo, es decir, para sacarle gusto a tu soledad, comienza por escribir en un papel todas aquellas cosas que te gustaría hacer o que disfrutabas antes y dejaste de lado.
Empieza por metas pequeñas si haz elaborado una lista muy larga. Organiza espacios de tu día para hacer actividades que te ayuden a salir de la rutina y te recarguen de energía.
Por ejemplo, si te gusta hacer ejercicio empieza por buscar qué deporte o actividad física te llama más la atención y sepas que verdaderamente disfrutarías haciéndola, pues recuerda que se trata de sacar el mayor gusto de estas actividades llenándote de ti misma y del bienestar que te puede ofrecer su práctica.
Una vez hayas identificado la actividad a realizar, busca el lugar para llevarla a cabo. Si por ejemplo es un gimnasio, visita varios hasta encontrar el que más se ajuste a tus necesidades, en el que te sientas más cómoda y que te brinde la posibilidad de cumplir a cabalidad el objetivo que te has propuesto para realizarla.
Si te gusta pintar o bailar, busca una academia para aprender. Disfruta el tiempo que dedicas a cada actividad e intercala varias durante la semana para que ocupes tu mente en cosas que te llenen y te hagan crecer interiormente. Lee un libro, cocina para ti lo que más te guste, disfruta una película, píntate las uñas, hazte mascarillas, visita a un spa o la peluquería, cómprate ropa, maquillaje o esa cartera que tanto te gusta.
Cada día nos ofrece una nueva oportunidad, un nuevo amanecer y está en nosotros mismos aprovechar cada momento de la mejor manera para disfrutar la maravilla de estar vivos. -