La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, dijo este miércoles que no hubo un golpe de Estado contra el ex mandatario Evo Morales y que el “fraude electoral” fue “evidente” en los comicios de octubre, que derivaron en la crisis política que sufre el país.
Áñez, quien asumió la Presidencia tras la renuncia de Morales, pronunció su primer discurso a la nación desde el Palacio Quemado en La Paz, en el que dijo que uno de sus primeros objetivos es la convocatoria de elecciones en el plazo “lo más breve posible”.
“Mi misión es llamar, tal como lo estable la Constitución, a unas elecciones limpias y transparentes con todos los actores políticos que cumplan con lo necesario lo más antes posible”.
En ese sentido, resaltó: “No aceptaré otra salida que no sean las elecciones democráticas”.
En declaraciones a la prensa, Áñez -una ex senadora opositora a Morales- dijo que busca una transición pacífica y democrática para dejar atrás un gobierno del ex mandatario que consideró “totalitario”, aunque no dio fecha para unos eventuales comicios en el futuro.
Con respecto a la situación del país, la mandataria declaró: “Hoy comienza una ruta democrática para reponer la legalidad. He encomendado a la Policía y a las Fuerzas Armadas que garanticen la pacificación del país. Ha llegado la hora de acabar la confrontación”.