Tener un historial crediticio negativo puede parecer una traba definitiva a la hora de solicitar productos financieros. Y en especial cuando se trata de una tarjeta de crédito, esa herramienta que muchos argentinos utilizan para ordenar sus gastos, financiar compras o simplemente acceder a beneficios y promociones. La buena noticia es que, aunque no es un camino directo ni fácil, existen opciones para quienes quieren recuperar su salud financiera y volver a ser sujetos de crédito. ¿Se puede acceder a una tarjeta de crédito con mal historial? La respuesta es sí, aunque con matices.
Entendiendo qué es el historial crediticio
Antes de entrar en detalles, vale la pena repasar brevemente qué significa tener un "mal historial". El historial crediticio es una especie de radiografía de nuestra conducta financiera: cómo pagamos nuestras deudas, si caímos en mora, si acumulamos atrasos o si fuimos responsables y constantes con nuestros pagos. Esta información es recolectada por entidades como el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que publica informes mensuales con el comportamiento de los deudores del sistema.
Tener un score bajo o estar catalogado como “deudor irrecuperable” no sólo puede dificultar el acceso a nuevas líneas de crédito, sino que también influye en las condiciones: montos aprobados, tasas de interés o garantías exigidas.
¿Por qué es tan importante para los bancos?
Las entidades financieras utilizan estos registros para evaluar el riesgo que implica prestarte dinero o habilitarte un crédito rotativo. En pocas palabras: intentan anticiparse a un posible incumplimiento. Por eso, si en el pasado acumulaste deudas sin pagar o si presentaste demoras reiteradas en tus compromisos financieros, lo más probable es que tu nombre figure en alguna base de datos que revisan las entidades antes de otorgar un producto.
Ahora bien, que ese historial juegue en contra no significa que estés fuera del sistema para siempre. De hecho, hay caminos posibles para quienes buscan una tarjeta de crédito con mal historial, y distintas estrategias para mejorar la calificación crediticia con el tiempo.
Opciones disponibles para acceder a una tarjeta pese al historial negativo
Aunque muchas entidades bancarias se muestran reticentes ante antecedentes negativos, existen alternativas diseñadas para quienes se encuentran en esta situación:
- Tarjetas garantizadas o con fondos en garantía
Algunas entidades ofrecen tarjetas respaldadas por un monto de dinero que el usuario debe depositar previamente. Es decir, en lugar de ofrecerte un límite en base a tu perfil de ingresos, se utiliza ese fondo como respaldo. Esta opción funciona como una especie de “reentrenamiento financiero”: permite demostrar que podés usar el crédito de forma responsable y cumplir con los pagos a tiempo.
- Tarjetas prepagas o de débito con beneficios
Si bien no son técnicamente tarjetas de crédito, muchas personas optan por productos prepagos o de débito que imitan algunas funcionalidades de las tarjetas tradicionales: pagos online, suscripciones, acceso a promociones. Aunque no ayudan a construir historial crediticio, sí permiten administrar las finanzas sin endeudarse.
- Entidades no bancarias o fintechs
En los últimos años, crecieron en Argentina las empresas fintech que ofrecen productos financieros con menores requisitos. Algunas de ellas cuentan con sistemas de evaluación alternativos que consideran otros aspectos además del historial tradicional: comportamiento dentro de la app, uso de productos, cumplimiento con servicios asociados, entre otros. Esto amplía las posibilidades de acceso a una tarjeta de crédito, sin necesidad de pasar por el filtro bancario clásico.
- Ser titular secundario en una cuenta compartida
Otra opción es solicitar una extensión de tarjeta en la cuenta de un familiar o pareja con buen historial. En este caso, no serás el titular principal, pero podrás utilizar el plástico con los límites y condiciones asignados por la entidad. Si lo usás con responsabilidad, puede ser un buen paso para demostrar solvencia en el futuro.
¿Cómo mejorar el historial para facilitar el acceso?
Si bien existen alternativas para acceder a productos financieros incluso con antecedentes negativos, lo ideal —a mediano plazo— es recomponer el historial crediticio. ¿Cómo se logra esto? Aquí algunos consejos:
Regularizá deudas pendientes
Es el primer paso. Si tenés deudas activas que figuran como impagas, intentá llegar a un acuerdo o plan de pagos. Muchas entidades están dispuestas a renegociar con tal de recuperar parte del dinero, y eso también se refleja positivamente en tu historial.
Mantené al día los pagos de servicios y otros compromisos
Aunque no todas las empresas reportan a los registros crediticios, tener un comportamiento de pago ordenado en servicios (como telefonía, luz, gas o internet) también puede ayudar a construir un perfil más confiable.
Evitá nuevos atrasos
Parece obvio, pero muchas veces el desorden financiero se repite. Usá recordatorios, débitos automáticos o herramientas digitales para no olvidarte de fechas de vencimiento.
Utilizá productos pequeños para construir historial
Un préstamo de bajo monto o una tarjeta con límite acotado pueden ser aliados en la reconstrucción de tu perfil financiero. Si los usás y pagás correctamente, con el tiempo eso se verá reflejado en tu score.
¿Qué miran las entidades al evaluar una solicitud?
Además del historial crediticio, hay otros factores que influyen en la evaluación para otorgar una tarjeta:
- Ingresos comprobables: Aunque no tengas recibo de sueldo, muchas entidades aceptan comprobantes alternativos como facturación de monotributo o movimientos en cuentas bancarias.
- Estabilidad laboral o comercial: A mayor estabilidad, menor riesgo percibido.
- Relación entre ingresos y deudas existentes: Es decir, cuánto de tus ingresos ya está comprometido en otras obligaciones.
- Edad y nivel de educación: Algunas entidades consideran estos aspectos como parte del perfil de riesgo.
En resumen, tener un pasado financiero complicado no significa que estés excluido de forma permanente del sistema de crédito. Las herramientas existen, y lo más importante es encarar el proceso con responsabilidad, entendiendo que acceder a una tarjeta de crédito con mal historial puede ser un primer paso hacia la recuperación financiera.
Saber cómo funciona una tarjeta, qué implica el pago mínimo, cómo calcular el costo financiero total o cuándo conviene financiar una compra, son conocimientos clave para no caer en el sobreendeudamiento. Y son también los que te permiten, en el tiempo, construir un perfil confiable para acceder a más y mejores productos.
En conclusión
¿Se puede tener una tarjeta de crédito con un historial financiero complicado? Sí. Pero es fundamental entender que el acceso será más limitado, y que el objetivo debe ser no solo obtener el plástico, sino utilizarlo como parte de una estrategia de mejora de tu salud financiera. Con herramientas adecuadas, responsabilidad y compromiso, es posible revertir un mal puntaje crediticio y volver a integrar el sistema financiero formal con mayores oportunidades.