El anuncio fue realizado a través de un mensaje que Trump difundió en sus redes sociales, en el que felicitó a las Fuerzas Armadas estadounidenses y proclamó: “¡Ahora es la hora de la paz!”
Las bombas anti-bunker que utilizó Estados Unidos y fueron lanzadas desde los bombarderos furtivos de largo alcance B-2A “Spirit”, sólo formaban parte del arsenal del país norteamericano y eran las únicas capaces de poder penetrar en las instalaciones subterráneas del complejo de Fordow.
De esta manera, tras días de especulaciones, Estados Unidos ingresó de manera directa y activa en el conflicto entre Israel e Irán.
En el comunicado, Trump detalló que los blancos fueron las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán, consideradas estratégicas dentro del programa atómico de la República Islámica.
“Se lanzó una carga completa de bombas sobre la instalación principal, Fordow”, aseguró, y agregó que todos los aviones involucrados “regresan sanos y salvos a casa”. También destacó que “ningún otro ejército en el mundo podría haber hecho esto”.
Además, distintas fuentes aseguraron que actualmente hay importantes interferencias en la señales de posicionamiento satelital en Irán y en gran parte del Medio Oriente, hecho que se atribuye al ataque norteamericano.