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Genera polémica mundial y es cuestionada en varios países

Sigue creciendo el rechazo a esta práctica alternativa a la medicina tradicional y hay más reparos en las sociedades a la hora de implementarla o difundirla.

Hoy la Real Academia Española (RAE) generó una decisión polémica respecto al significado de “homeopatía”, a la que ya no considera un “sistema curativo”, sino una “práctica”.

“Práctica que consiste en administrar a alguien, en dosis mínimas, las mismas sustancias que, en mayores cantidades, producirían supuestamente en la persona sana síntomas iguales o parecidos a los que se trata de combatir”, aparece en la búsqueda online hoy.

La medida se tomó en el XVI Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española y se incorporará -junto con otras 1.100 modificaciones y el ingreso de algunas palabras- a la próxima edición del Diccionario de la Lengua Española (DLE).

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La homeopatía es un sistema terapéutico basado en el principio de la similitud, que nació en 1814, y fue una idea concebida por el médico alemán Samuel Hahnemann. La práctica se regía por dos principios fundamentales: en primer lugar, si el paciente tenía fiebre, Hahnemann lo trataba con una droga que indujera fiebre; si el problema eran las alergias, las aumentaba.

El otro pilar era la dilución. Hahnemann había afirmado que si se ponía una gota de medicina entre 100 millones de gotas de otro líquido y el remedio se sacudía con vigor mientras se diluía, este conservaba su poder, lo que él llamó “fuerza espiritual desmaterializada”.

Hahnemann proclamó que lo similar cura lo similar, por lo que para tratar una enfermedad, según esta terapia, se debe usar la misma sustancia que causa sus síntomas, pero diluida en agua hasta proporciones infinitesimales.

Antes de la nueva definición de la RAE, el último gran golpe que sufrió la homeopatía fue en julio último, cuando el Ministerio de Salud de Francia anunció que la seguridad social dejaría de cubrir los productos homeopáticos a partir de 2021 luego de que el organismo oficial considerara que estos no presentaban evidencias de una “eficacia suficiente”.

La ministra francesa de la Salud, Agnès Buzyn, anunció una disminución en el nivel de reembolso de la homeopatía a partir del 1 de enero del próximo año y luego el fin total del reembolso a partir de 2021, debido a la falta de eficacia demostrada de estos tratamientos.

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La ministra ha decidido seguir la recomendación emitida en junio por la Alta Autoridad para la Salud (HAS, por sus siglas en francés) en un tema de sociedad que divide a la sociedad francesa entre escépticos y autoridades sanitarias y consumidores y la industria por otro. Los tres laboratorios afectados, Boiron, Lehning y Weleda, advirtieron al Gobierno acerca de las consecuencias económicas, según ellos desastrosa, de tal decisión.

"Siempre dije que seguiría el consejo del HAS, he decidido, por lo tanto, iniciar el procedimiento de la exclusión total de la lista", dijo la ministra en un comunicado.

La HAS “acaba de entregar una evaluación independiente y estima, tras el análisis de 800 estudios sobre el beneficio para los pacientes, que estos gránulos tienen una eficacia equivalente a un placebo”, subrayó la ministra en una entrevista a Le Parisien. En 2017 este tipo de tratamiento costó 126,8 millones de euros al Seguro de Salud –o 18 euros a siete millones de franceses–.

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España tampoco se ha quedado atrás en la guerra a la homeopatía. En diciembre de 2018, médicos, científicos y biólogos españoles se unieron para declarar la guerra a la homeopatía y a cualquier tratamiento que se ofrezca en farmacias y no cuente con aval científico.

En una carta abierta a la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, firmada por 50 investigadores, los expertos han querido comunicar a la sociedad el peligro subyacente detrás de estos métodos para los pacientes. En España, 15.000 farmacias venden productos homeopáticos, según la Federación Española de Médicos Homeopáticos.

La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) busca de esta manera “sacar todo lo que sea homeopático de las farmacias”. Sin embargo, la ministra de Sanidad ya ha anunciado que el Gobierno socialista no va a modificar ninguna ley y, por ahora, las farmacias podrán seguir dispensando este tipo de tratamientos, recordando al usuario que “no cuentan con demostración científica”.

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Hay que tener en cuenta que la venta de medicamentos homeopáticos se encuentra regulada en España por la ley del medicamento (Ley 29/2006 de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios). Igualmente, los españoles no son muy amantes de las terapias alternativas como la homeopatía.

Pese a que la industria resiste, según datos oficiales, tan solo el 5% de pacientes compran y prueban la homeopatía. Y el interés por estos productos ha caído en picado desde el 2011 hasta la actualidad en un 70%.

Muerte de un niño en Italia

En 2017, la homeopatía causó una gran polémica en toda Italia, cuando un niño de siete años murió a causa de una otitis que fue tratada con homeopatía.

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Los padres prefirieron no suministrarle antibióticos contra la infección, que se extendió y atacó el tejido cerebral y finalmente acabó provocando el fallecimiento del pequeño quince días después de los primeros síntomas.

"Los tratamientos alternativos para la infección de oído abundan en Internet y en libros y revistas. Estos incluyen tratamientos quiroprácticos, homeopatía, gotas de plantas medicinales para los oídos y otros. Sin embargo, no se recomiendan los tratamientos alternativos para las infecciones de oído en los niños", destacan los profesionales de Mayo Clinic.

Y puntualmente contra la homeopatía, destacan: “La homeopatía es un tratamiento controvertido para las infecciones de oído, ya que implica usar preparaciones muy diluidas de sustancias naturales, generalmente plantas y minerales, para tratar los síntomas de las enfermedades. Muchos de estos productos no están controlados y solamente requieren una cierta supervisión regulatoria por parte de las autoridades sanitarias”.

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Según publicó ese año Il Corriere della Sera, el homeópata responsable del tratamiento del pequeño Francesco, el doctor Massimiliano Mecozzi, de 55 años, fue expulsado por la sociedad médica e investigado por homicidio involuntario.

La polémica ha provocado que hasta el citado diario italiano le dedique un editorial titulado “Omeopazza (homeo-locura)”, donde el escritor Massimo Gramellini exponía que “desgraciadamente hay gente tan débil que no llega a vivir sin apoyarse en un dogma, sea religioso, materialista, científico, acientífico, carnívoro o vegano”.

Más atrás en el tiempo, en marzo de 2015, el Consejo de Investigación Médica del Gobierno de Australia (NHMRC, por sus siglas en inglés) difundió una declaración en la que sienta posición sobre la homeopatía. “Basados en la evaluación de la efectividad de la homeopatía, el NHMRC concluyó que no hay evidencia confiable de que esta sea efectiva para el tratamiento de ninguna condición médica”.

Es más, afirma que la "homeopatía no debería ser usada como tratamiento de condiciones crónicas, serias o que puedan transformarse en serias". Y aclara que las personas que la elijan como tratamiento "podrían estar poniendo en riesgo su salud si rechazan o retrasan tratamientos que sí evidencian efectividad y seguridad".

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En Estados Unidos, desde 2016, los “remedios homeopáticos” deberán llevar una advertencia en la etiqueta que asevere que no hay evidencia científica que los respalde. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés), un organismo de protección al consumidor, dio a conocer la medida en un intento de regularizar un mercado que está por fuera de las regulaciones para medicamentos en el país y que creció hasta convertirse en una industria de más de USD 1,2 mil millones en Estados Unidos.

Es más, como sus remedios no son consideradas drogas, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no puede regularlas, lo que implica que cualquier fabricante de estos productos puede afirmar que sus remedios homeopáticos son milagrosos cuando no hay evidencia que sustente esta declaración.

“La FTC obligará a que los remedios homeopáticos cumplan los mismos requisitos que cualquier droga en cuanto a advertencias de eficacia y seguridad en su etiqueta”, se explica en el comunicado del organismo. De esta manera, los productos homeopáticos deberán sustentar sus afirmaciones sobre sus beneficios a la salud con evidencia científica, o deberán demostrar que no la hay en su etiqueta.

Hace 13 años, la más prestigiosa revista médica, The Lancet, dio por concluido el debate en un editorial titulado “El fin de la homeopatía”, en el que proponía dejar de malgastar tiempo y dinero en tratar de demostrar los efectos de una terapia que no había conseguido hacerlo en dos siglos de historia.

“Cuanto más se diluyen las pruebas en favor de la homeopatía, mayor parece su popularidad”, ironizaba el editorial.

FUENTE: infobae.com

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