Muchas de las investigaciones sociales sobre la pandemia de covid-19 ponen énfasis en sus efectos negativos. Están las que prestan atención a los efectos –mentales, físicos y emocionales- que ocasionó en la salud humana; las que se enfocan en las desigualdades sociales y sanitarias que desencadenó; las que pretenden explicar las consecuencias del confinamiento; las que profundizan sobre las crisis económicas suscitadas; y las que se centran en las polarizaciones, o en la propagación de la desinformación que prevaleció desde sus inicios.
Sin embargo, no abundan las que se detuvieron a examinar las dinámicas individuales y colectivas, ni tampoco las que se centraron en contemplar al capital social como 'salida de emergencia' frente a ese escenario.
La Dra. Laura Cordero, especialista en el Instituto de Investigaciones Territoriales y Tecnológicas para la Producción del Hábitat (INTEPH, CONICET-UNT), charló con LV12 Radio Independencia para referirse a un trabajo realizado sobre los efectos favorables que tuvieron los barrios, como espacios de interacción comunitaria, al vincular las personas entre sí y posibilitar que se utilizara “recursos de resiliencia” para sortear las múltiples disrupciones que originó el coronavirus en la vida de las personas.
"El interés surgió, si lo pensamos bien, desde el punto de vista de la gente. Nosotros habíamos pensado ver los impactos sociales de la pandemia pero desde otro ángulo. Entonces lo que empezamos a hacer fueron entrevistas y charlas con personas que son de nuestra comunidad de Tucumán y que son referentes de distintos sectores", comenzó diciendo.
Cordero señaló que de la investigación que llevaron a cabo "lo que nos ha llamado muchísimo la atención que surgió en ese momento es que todos, sin distinguir el trato socio-económico, área de desempeño o actividad que ellos realizaran, hablaban de lo mismo: que lo que estaban haciendo era salir adelante".
"Lo que encontramos como denominador común es que todos estaban saliendo adelante y en eso tenía un rol fundamental, los vínculos de las personas a nivel del barrio".
"Las personas que tienen una percepción de que en su barrio hay una familiaridad, ellos han tenido una actitud más positiva, han podido afrontar mejor la incertidumbre, han participado de colectas o actividades solidarias para ayudar a otras personas que también están mal", resaltó.
Por último, la profesional destacó que la solidaridad entre los tucumanos sirvió mucho para sobrellevar la pandemia. "Nos parece muy importante destacar esto. Nos parece que es normal pero no es algo que se dé en todas las sociedades de la misma manera. Hay sociedades que son más individualistas, más cerradas, no tienen tantas habilidades para relacionarse como en el caso de Tucumán", cerró.