El mantenimiento de la inflación en torno al 6% en Estados Unidos y la corrida bancaria desatada por la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) ponen a la Reserva Federal ante un dilema de hierro: continuar subiendo la tasa básica de interés o darle una tregua al mercado financiero para evitar el contagio de una crisis con potencial de dañar la economía global.
La inflación volvió a moderarse en la primera economía del mundo el mes pasado, cuando cerró el período precedente de doce meses en un 6% y marcó así su nivel más bajo en un año y medio.
De cualquier firma, ese guarismo es todavía muy elevado y alejado del objetivo a largo plazo de 2% de la autoridad monetaria, que antes del inicio de la crisis bancaria había señalado su inclinación a seguir endureciendo su política de tasas. La inflación anual habría trepado al 6,4% en enero.
La información se conoce en un contexto de dificultades para la Reserva Federal (Fed, banco central), bajo presión por la quiebra del banco SVB y otras dos entidades antes de su reunión de política monetaria de la semana que viene para definir cuánto aumentará sus tasas de interés de referencia.
En la comparación mes sobre mes, el incremento de los precios fue de 0,4%, en línea con las expectativas de los analistas, tras el repunte de enero.
Subyacente
“La inflación registró la variación esperada, pero la subyacente (que no incluye precios volátiles como alimentos y energía) se mostró por encima de lo esperado”, matizó Rubeela Farooqi, economista jefe de HFE.
“El índice de vivienda fue el que más contribuyó” al incremento de los precios, “representando más del 70% del aumento”, dijo el Departamento de Trabajo en un comunicado. Alimentación, ocio y compras de equipamiento para el hogar contribuyeron también al alza de precios.
Los precios de la energía, que se dispararon por la guerra en Ucrania desde marzo pasado, siguen a la baja, de 0,6% comparado con enero. En un año sin embargo, están 5,2% más caros.
La Fed ha llevado a cabo una campaña agresiva para controlar la inflación galopante, elevando las tasas de interés ocho veces desde principios del año pasado para enfriar la economía y moderar la demanda.
Para el presidente Joe Biden, “los desafíos” del sector bancario muestran que habrá “reveses” en el camino hacia “un crecimiento duradero y estable”.
Si bien el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo inicialmente que el banco central estaba preparado para aumentar el ritmo de las alzas de tasas y su magnitud si fuera necesario a medida que los datos económicos siguen siendo positivos, el colapso de los bancos Silicon Valley Bank la semana pasada, Signature Bank y Silvergate Bank en los últimos días, puede hacer que el organismo detenga estas subas o las modere más allá de lo inicialmente esperado por el mercado.
Encrucijada
El colapso de esos bancos ha puesto al Comité de Operaciones de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), el comité monetario de la Fed, en una posición complicada: tratar de bajar la inflación afectando lo mínimo posible la cotización de las acciones de los bancos. Esto lleva a los analistas de Goldman Sachs y Wells Fargo a predecir que la Fed terminará su ciclo de aumento de tasas el 22 de marzo, mientras que los economistas de JP Morgan y Oxford Economics se inclinan más bien por la posibilidad de que el aumento sea inferior a un cuarto de punto porcentual.
Las autoridades financieras de Estados Unidos dieron a conocer una serie de medidas durante el fin de semana para intentar restaurar la confianza en el sector bancario y calmar los mercados, garantizando el acceso a los depósitos.
El Tesoro, la Reserva Federal y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) establecieron planes para garantizar que los clientes de SVB pudieran acceder a todos sus depósitos. Y previeron otro tanto para los clientes de Signature Bank.
La Reserva Federal también introdujo una nueva herramienta de préstamo a bancos para evitar que se repita lo que sucedió con SVB. Pero aunque Estados Unidos ha decidido proteger todos los depósitos, no rescatará a los inversores del banco, advirtió el presidente Joe Biden, porque se arriesgaron y perdieron y “así
es como funciona el capitalismo”.
Los anuncios fueron bien recibidos por los mercados financieros, aunque los inversores siguieron evitando las acciones de los bancos y los analistas están preocupados por las consecuencias de la quiebra de SVB.
¿Pausa?
“El rápido endurecimiento de las condiciones financieras junto con la incertidumbre de la situación hace que nos inclinemos a que el FOMC hará una pausa en su campaña de subidas en su próxima reunión del 22 de marzo”, escribieron los economistas de Wells Fargo en una nota reciente a los inversores.
Otros creen que las subirá, como Michael Feroli, de JP Morgan. “Si de hecho han usado la herramienta adecuada para abordar los riesgos de contagio financiero -el tiempo lo dirá-, entonces también pueden usar la herramienta adecuada para seguir abordando los riesgos de inflación: tasas de interés más altas”, escribió a los clientes el domingo.
El jueves último, los corredores que se dedican a la venta a futuros precedían una subida de tasas de 50 puntos básicos, según CME Group’s FedWatch Tool. Sin embargo, la quiebra de SVB cambió los pronósticos.