En la 48° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que se extenderá hasta el lunes 13 de mayo en el predio de La Rural, la mayoría de los expositores coinciden en señalar que esta edición arrancó “tibia, por no decir fría”, con una caída en las ventas entre un 30 y un 40 ciento, y menos público.
"Nosotros somos los que trabajamos en la construcción y desarrollo de los stands que conforman las exposiciones y la ferias, y ya desde el inicio de marzo, que arranca nuestro trabajo en la Expo Agro, notamos una baja en lo que habitualmente realizamos, quizás por la coyuntura económica o la recesión", manifestó en LV12, Jaime Usach, secretario general de la Cámara Argentina de la Industria Ferial (CAIFE).
En este sentido, sostuvo que "desde marzo veníamos avisando y vislumbrando esta situación que se termina de concretar en la feria más importante de Latinoamérica, relacionada con la cultura. En líneas generales hay muchos menos metros en la construcción y con menos inversión, es decir, hacen stands más simples".
La ausencia del Estado
El miércoles pasado, el presidente anunció que había decidido suspender su visita a la Feria del Libro de Buenos Aires, programada para el próximo 12 de mayo. Sumado a esto, hace unos días, Ezequiel Martínez, director general de Feria Internacional del Libro Buenos Aires, detalló en LV12 que "este año retiraron el stand que tradicionalmente ocupaba el gobierno de Nación a través de Cultura, Tecnología y Educación. No van a estar presentes institucionalmente".
"Hay un laburo inmenso en esto, porque todo parte desde el momento que se vendió el lote, con un estudio de diseño del stand y atrás de eso viene toda la cadena de valor que conforma la Cámara que son constructores, herreros, carpinteros, gráfica y pintura. A nosotros nos afectó mucho la no participación de Nación y los dichos del vocero presidencial, quien dijo que era un gasto demasiado alto, cuando en realidad es una inversión en cultura", cerró Usach.